Puebla, el rostro olvidado (Problemática actual)

Réplica y Contrarréplica
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PROBLEMÁTICA ACTUAL

 

La calidad académica de la UAP estuvo en su más bajo nivel precisamente cuando las manipulaciones políticas atentaron contra el espíritu universitario. Los grupos que respondieron a compromisos ajenos a ese espíritu  provocaron el relajamiento de la enseñanza. El amiguísimo y las componendas personales robaron espacio a las ciencias humanísticas.

La deserción escolar y el ausentismo pasaron inadvertidos y en algunos casos hasta sirvieron como factor de negociación entre consejeros. Lo obsoleto de la administración produjo favoritismos, ausencia de la mística de servicio, de la autocrítica y de la ética. Se entronizó el canibalismo y los revanchistas exigieron su cuota.

    Ese tráfago de enjuagues e intereses fue eficazmente aprovechado por los enemigos de la universidad y amigos de la manipulación política. Durante el tiempo que gobernaron la UAP Luis Rivera Terrazas y Alfonso Vélez Pliego, la actividad científica tuvo especial atención dado el interés del primero y los compromisos que respetó el segundo. Sin embargo, las cualidades académicas de Vélez Pliego fueron opacadas por los políticos universitarios que usaron a la UAP como grupo de tensión, olvidándose de su función académica, cultural y científica. Estos ejemplares de la fauna burocrática gubernamental y universitaria, propiciaron el conflicto que despojó de la rectoría a Samuel Malpica Uribe, tachado de mediocre. Tal revanchismo o vendetta ocasionó uno de los conflictos más disparatados de la historia universitaria.

    Las controversias entre las facciones fue el origen del golpe a la rectoría. Los golpistas universitarios se justificaron con el argumento de conservar el alto nivel de los estudios académicos (que no existía), y lograr el respeto a los derechos laborales de los trabajadores y maestros (que no fue alterado). Lo que en realidad ocurrió fue que Malpica se dejó engañar con el cuento de que el líder de la Cámara de diputados de la nación (Guillermo Jiménez Morales) lo iba a apoyar si pedía juicio político contra el gobernador Piña Olaya. Y lo pidió. Y empezó su calvario.

Alejandro C. Manjarrez