EL TITiRITERO
Un gran número de panistas se tragaron el anzuelo. La campaña del candidato de Conchello, el ingeniero Pablo Emilio Madero Belden, se convirtió en una organización paralela a la de los organismos panistas que pretendían remplazarlo. “Madero Balden– dice Saldaña– era un administrador que carecía de experiencia política propiamente dicha, y que no sabía hablar en público”. Por ello, Conchello lo eligió para no crearse él mismo un rival (un caricaturista mostró a Conchello como ventrílocuo y a Madero Balden como su muñeco). Su único mérito político aparente era ser sobrino del precursor de la Revolución, Francisco I. Madero. Pero a pesar de todo esto, de la propaganda a su favor y de la confianza del Grupo Monterrey, Madero Belden desplazó a Conchello y acabó por convertirse en uno de los más importantes líderes panistas, tanto que llegó a ser presidente del comité nacional en febrero de 1984.
Entre tanto, la campaña maderista polarizaba al PAN poblano. El presidente del comité regional, Alejandro Cañedo Benítez, se había manejado conforme la línea de Conchello desde que éste era presidente nacional. Asimismo, Miguel López y González Pacheco era considerado como otro de los aliados maderistas a pesar de decirse amigo de González Morfín. En el equipo figuraban Miguel Fernández del Campo, José de La Luz León, Manuel Iguinis, Manuel y Tay de Castillo Miranda, Jesús Bravo y Cid de León, su hermano David, y Guadalupe Huerta Lozano, todos al lado de la dirección nacional panista.
La mayoría de los militantes de Acción Nacional fue convencida a favor de Madero Belden. Para lograr la candidatura a la presidencia, Madero necesitaba el 80 por ciento de los votos de la convención nacional. Al hacerse evidente que ninguno de los precandidatos conseguiría la designación, la convención se suspendió a fin de reanudarse tres meses más tarde, en enero de 1976. En ese lapso González Morfín renunció para dejar el camino libre a González Hinojosa. Ya en la segunda convención, Salvador Rosas Magallón, apoyado por Gonzales Morfín y otros, se mantuvo contra la candidatura de Madero, y fue así como el PAN se quedó sin candidato. De todas maneras y extraoficialmente Madero participó. La finalidad que había inspirado la estrategia maderista no se realizó, pero a la postre su protagonista sí logró manejar al Partido Acción Nacional.
El final de la Convención fue tormentoso. El presidente panista González Hinojosa, fue agredido físicamente por Rafael Hernández, brazo derecho de Alejandro Cañedo Benítez. Cuatro dirigentes panistas, entre los cuales se encontraba el propio Cañedo, fueron enjuiciados. Sin embargo, antes del dictamen Alejandro renunció para anunciar la formación del llamado Movimiento Democrático Mexicano. En apariencia, el objetivo de crear esa organización paralela al PAN fue presionar al sector no maderista. No obstante, el movimiento fracasó y su único logro consistió en provocar la reorganización del PAN en Puebla, responsabilidad que recayó en David Bravo y Cid de León, cuyo trabajo, además de fracasar dividió aún más al partido.