La influencia de la casulla (Crónicas sin censura 63)

Réplica y Contrarréplica
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En Puebla, las determinaciones políticas importantes casi siempre llevan la bendición del arzobispo Rosendo Huesca y Pacheco...

En Puebla, las determinaciones políticas importantes casi siempre llevan la bendición del arzobispo Rosendo Huesca y Pacheco. De ahí que no sea aventurado asegurar que todos los aspirantes a la gubernatura del estado del PRI y del PAN ya hicieron o están a punto de un acto de contrición. Solo habrá que observarlos para notar en su rostro la confianza que los embarga cuando se refieren a su ilustrísima.

     Antes, este paso obligado se hacía a hurtadillas; pero desde las modificaciones constitucionales recientes, relativas a las iglesias, las cosas cambiaron y ya no hay por qué esconderse. Leímos o supimos que Aceves, que Sierra, que Rojas, que Ocejo, que Fraile, que Villa Escalera y que Bartlett se entrevistaron con don Rosendo en su residencia, en las oficinas del arzobispado o en algún lugar discreto. Lo que no conocemos es el tema y el ánimo de las conversaciones, la reacción personal de los visitantes y la decisión del arzobispo respecto a quien de sus ovejas tendrá la preferencia en sus oraciones.

     No obstante el secreto en que se mantienen este tipo de encuentros (los cuales salen a la luz pública por la indiscreción o anhelo de reconocimiento de los propios afectados), tendríamos que adivinar hacia dónde se ha inclinado el corazón del pastor espiritual de los poblanos. Por ejemplo Jorge Ocejo y Francisco Fraile tienen ganado un importante espacio en ese amplio y bien distribuido músculo cardiaco, porque, aunque españolizados, son oaxaqueños y por ende paisanos de nuestro arzobispo, además de que confiesan y comulgan con el ideal pastoral de la Iglesia católica. Lo único malo para ambos es que Huesca aún no se ha manifestado (ni lo hará creo), como militante político. Ricardo Villa Escalera, también de moda con la feria de Sevilla, ya perdió la confiabilidad que exige esa relación gracias a sus arrebatos y pasiones electorales, que estuvieron a punto de ocasionar una terrible ruptura en el seno de la cofradía católica.

     De los priistas mencionados, solo Bartlett ha despertado la duda por sus supuestos vínculos con grupos, que la jerarquía de la Iglesia romana llama “sectas protestantes”. Por ahí aparecieron publicadas algunas preferencias del exsecretario de Educación Pública. La nota periodística revelaba que el entonces secretario de Gobernación hizo diputados del Congreso de la Unión a varios pastores de confesiones no católicas. Empero y antes de emitir un juicio al respecto, habría que contar a cuántos priistas católicos hizo diputados y entonces la balanza quedaría nivelada y don Manuel sin lastres que lo expongan a un anatema arzobispal o le impidan darse algunos golpecitos de pecho.

     De los otros aspirantes del revolucionario, Germán Sierra presenta una coyuntura por donde los “abogados del diablo” pueden hurgar para encontrar antecedentes del liberalismo que tanto prurito ocasionara a los prelados de antaño. Por ejemplo: su abuelo, el general Rodolfo Sánchez Taboada, fue un hombre con una extraordinaria conformación ideológica, muy de acuerdo con los buenos tiempos del México liberal y revolucionario. Por su parte, Ángel Aceves pertenece a la nueva generación política del país, que para modernizarnos, busca complacer y alinearse con el poder espiritual para, sin problemas, insertar a la nación en el modelo económico de los gobiernos que rayan en el capitalismo salvaje. Marco Antonio Rojas ya pasó la prueba que satisface a los hombres de casulla, desde que allá, en su querido Tecali, soportó el peso de la religión tal y como ocurrió hace un siglo con las familias pueblerinas (ya es más difícil por la presencia de otras religiones). Si existiera en su vida algún antecedente masón, don Marco podría argumentar sin problemas que era la moda de la época.

     Como ve, respetable lector, don Rosendo Huesca Y Pacheco tiene en sus manos una buena parte de la responsabilidad de lo que el próximo mes será la decisión política más importante para Puebla. Él como representante de la grey católica, que por cierto conforma el mayor porcentaje de votos efectivos, no puede darse el lujo de equivocarse en sus preferencias, porque otra falla (concilió con la postulación de Piña Olaya) lesionaría su credibilidad política.

Alejandro C. Manjarrez 

10/V/1992