Hay excelentes oportunidades en autos usados. El famoso auto “banquetero” de la viejita que solo lo usaba para ir al café. O el dueño obsesivo que se desvivía por mantener su automóvil como nuevo. Realizaba sus servicios a tiempo y lo cuidaba hasta de la savia que tiran los árboles.
La compra de un automóvil usado corresponde un peligro muy grande. Los altos costos de las refacciones o los talleres “chafas” son la constante. Para adquirir un auto de uso, es muy importante darse cuenta de no sufrir un “te doy gato por liebre”.
Existen coches que son muy llamativos, eran caros y hoy no lo son tanto. Por ejemplo un automóvil Mercedez Benz año 2000, puede costar 150 mil pesos. Y nuevo oscila entre los ochocientos mil pesos o un millón, ese mismo modelo. Si está bien cuidado, puede conquistarnos con sus líneas y lo que representa la estrella del lujo. Pero ¡Cuidado!, una caja de velocidades puede costar el valor que pagamos por el auto de uso o aun más.
Las refacciones son un problema serio en el caso de los autos franceses, por ejemplo. No las hay, son muy caras y si llegas a atreverte a arreglar tu vehículo en el “mejor” taller, corres el riesgo de que quede mal y sea un cuento de nunca acabar. Bueno sí acaba, pero con tu presupuesto.
Lo que te recomiendo es que te asesores con un buen mecánico. El bajar el kilometraje es una práctica muy común y puedes padecer enormemente meses después de la adquisición del nuevo bien mueble.
Trata de adquirir un auto de fácil arreglo. Si vas a comprar usado, existen muchos lotes de autos que te garantizan el carro.
Lo que debes tener en cuenta al comprar un auto usado es:
Cerciorarte que no haya sido chocado, y sí así fue, que su reparación sea correcta.
Revisar las juntas y los empaques del motor, así como el alternador y el sistema eléctrico, esto con el fin de que estés seguro que el kilometraje que tiene es real.
Buscar si tiene fugas el motor. Anticongelante, aceite, agua.
Checar si el aire acondicionado funciona correctamente, en caso de que así proceda.
En el área legal: revisar que los números de serie del motor y del tablero, así como de las puertas coincida. Existen números en el cofre y en las salpicaderas por la parte de adentro, en algunos casos. Revisar factura original y los endosos correspondientes, así como el pago de tenencias y verificaciones.
Recuerda, más vale comprar un auto nuevo, o estar seguro al cien por ciento de que el auto que compres esté en perfectas condiciones, no tenga vicios ocultos, o que sean claros con los problemas que adquieres, para que los arregles a la brevedad.
Hay excelentes oportunidades en autos usados. El famoso auto “banquetero” de la viejita que solo lo usaba para ir al café. O el dueño obsesivo que se desvivía por mantener su automóvil como nuevo. Realizaba sus servicios a tiempo y lo cuidaba hasta de la savia que tiran los árboles.
Lo malo es que la mayoría de los autos usados esconden vicios ocultos.
Gracias y quedamos a tus órdenes.