Al visitar Tepoztlán, no olvide traer consigo un espléndido cuarzo de los muchos que existen ahí y de paso que algún reconocido lector, lea su cuarzo en relación a su cuerpo...
El municipio de Tepoztlán se ubica a unos 90 kilómetros de la ciudad de México y a 18 kilómetros hacia el noreste de Cuernavaca. Tiene un excelente clima con impresionantes paisajes y muy arraigadas tradiciones, un subsuelo lleno de cobre y cuarzo, gente muy amable, muchas personas con grandes conocimientos de todo lo referente a limpias, lectura de cartas, café, agua, aura, grafología, cigarro, sonido del cuarzo, que entre otras razones le han dado fama mundial, por lo que se ha convertido en uno de los destinos más conocidos de México. Al mencionar sitios con una verdadera energía, una excelente vibra, que cautiva a cualquier visitante, aseguramos que en México solo podríamos mencionar a Catemaco y Tepoztlán.
El nombre de Tepoztlán, es una palabra que se deriva de la lengua náhuatl y según los conocedores significa “lugar del hacha de cobre” “lugar de las piedras quebradas” “lugar donde los dioses hablan de ti”. El testimonio gráfico más antiguo se encuentra en una de las laminas del Códice Mendocino, donde se comprueba que Tepoztlán pagaba tributos al Imperio Azteca.
Rodeado de una impresionante cordillera montañosa, de rasgos muy singulares y con diferentes altitudes y mini ecosistemas. Al norte supera los tres mil metros y al sur un mil kilómetros sobre nivel del mar, con una población aproximada a los 50 mil habitantes, cuya actividad económica principal es el turismo, la construcción y la agricultura. Existen gran variedad de plantas medicinales, entre las que se encuentran: axihuil, ruda, té negro, jarilla, altarreina, hoja santa, manzanilla, ortiga, romero, san francisco, hierba del cáncer etc.
No deje de visitar:
El museo de arte prehispánico “Carlos Pellicer”, pequeño pero interesante museo donado a la población por el conocido poeta y antropólogo del mismo nombre, quien decidió donar su colección de piezas arqueológicas.
Indispensable el tianguis o día de plaza de los días miércoles y domingos. Ofrece una amplísima variedad de productos locales, nacionales e incluso extranjeros. Una interesante muestra de artesanías en toda la zona, con un extensa variedad de venta de artículos esotéricos y una gama amplísima de todo tipo de cuarzos.
La parroquia y ex convento de la natividad. Antigua edificación del siglo 16, construido por frailes dominicos y que ha sido declarado patrimonio de la humanidad.
Y por supuesto la zona arqueológica del tepozteco con su antiquísimo adoratorio prehispánico en honor del dios Ometochtli tepuztecatl, ubicado en la cima del cerro del mismo nombre. Desde ahí se puede apreciar una vista espectacular del paisaje tepozteco, fragmentos del dios ometochtli, que se encontraba ahí, puede ser admirado en el museo Pellicer (Revisar si se puede entrar pues con los recientes incendios existen restricciones).
Si realmente el misticismo es un concepto eminentemente religioso, refiriéndose a la actividad espiritual del ser humano que tiene como fin la unión del alma con la divinidad por diversos medios: el ascetismo, la devoción, el amor, la contemplación. La mística es el contacto del alma individual con la sustancia divina. Este contacto, muy independiente del individuo depende de la fuerza o energía del lugar donde se produce y busca pudiendo confirmar que pocos lugares en el mundo tienen la fuerza, la energía que se encuentra en Tepoztlán.
Al visitar Tepoztlán hay que hacerlo imbuido de una fuerte carga emocional, con pasión, vehemencia y convencimiento de permitir que nuestro cuerpo reciba esta poderosísima carga de energía, para alivio físico y espiritual.
Pocos lugares en nuestro país tienen la cantidad y variedad de cuarzos como Tepoztlán. Desde tiempos inmemoriales el hombre ha sentido una atracción por las piedras. Mismas que se encuentran dispersas por el planeta desde que la tierra acomodaba su rotación alrededor del Sol. La innumerable cantidad de piedras y su infinita variedad de colores y formas que ha dado por el proceso de cristalización. Las crónicas más antiguas nos hablan de su extracción desde el legendario Egipto pasando por las colinas de valles en Afganistán rodeados de éstas y a través de los milenios, el hombre también ha sentido su poder en la mayoría de los casos benéficos y en algunos maléficos y ha transmitido por tradición este conocimiento hasta nuestros días. Como simple ejemplo mencionaré la energía del cuarzo para el funcionamiento de los actuales relojes.
Las tradiciones más antiguas y las investigaciones actuales indican que el hombre es un gran receptor y transmisor de energía al igual que los cristales, por lo tanto podemos encontrar en sus diversas variedades, las cualidades que emanan de las piedras para encontrar las que estén en sintonía con nuestros cuerpos.
Al visitar Tepoztlán, no olvide traer consigo un espléndido cuarzo de los muchos que existen ahí y de paso que algún reconocido lector, lea su cuarzo en relación a su cuerpo.