Cómo ser un Troll y no morir en el intento

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Los troles son cuentas creadas en el anonimato total, o sea personas cobardes que no se atreven a externar sus opiniones o hacer reclamos a otras personas con argumentos lo bastante sólidos para comenzar un debate sano, participativo y por qué no, enriquecedor...

Confieso al lector que no tenía tema para compartir, hasta que encontré en el TL de un compañero amigo el hashtag que titula esta reflexión.

Las redes sociales son hoy el canal de un gran número de personas para expresar sus opiniones, llevar a cabo debates sobre algún tema, o simplemente estar en contacto permanente con amigos, empresas, instituciones o políticos.

Cada día más mexicanos se involucran en las redes sociales, a algunos los engancha y participan en ellas y a otros de plano no les gusta y omiten el uso después de crearlas.

Pero como en todo existe el lado obscuro del tema. Los trolles y los bots.

Los trolles son cuentas creadas en el anonimato total, o sea personas cobardes que no se atreven a externar sus opiniones o hacer reclamos a otras personas con argumentos lo bastante sólidos para comenzar un debate sano, participativo y por qué no, enriquecedor.

Estas cuentas son manejadas por personas que agreden a los demás, acosan e insultan sin ningún respeto. También existen, para la desgracia de los usuarios de redes sociales, personas que existen y dan la cara, pero se comportan como trolles.

A este tipo de internautas, lo mejor es aplicarles una de las reglas del niño que padece Bullying; evitarlos e ignorarlos. Bloquearlos y denunciarlos, es otra opción.

Por otro lado están los bots. Este término proviene del diminutivo de robot. Estas cuentas son programadas para apoyar una campaña mediática, crear un Trending Topic en Twitter, generar comentarios positivos para una marca o persona, y claro, para darle RT a los tweets de quien las programa.

Aquí la mala noticia para los usuarios de esas artimañas, es que los lectores o usuarios de las redes sociales no son tontos ni ignorantes. Están muy bien informados y en vez de crear una impresión positiva, todo queda en una frase: es un bot, o bien un troll.

Para los políticos, esos entes en decadencia, esta práctica es muy utilizada. Usan sus múltiples cuentas programadas para llenarlos de felicitaciones y buenos comentarios. Pero lo increíble es que son sumamente obvios y repetitivos en las palabras o frases que utilizan para agradar al jefe. Lo preocupante es que el recipiendario de tal halago al final parece que se cree todas las lisonjas.

Los bots malignos y sofisticados

En el argot computacional, existen otra clase de bots que son dañinos en demasía. Envían spam, virus, software espía. Roban información privada, números de tarjeta de crédito e información personal y confidencial.

Los seres malignos también extorsionan. Roban el sitio de cualquier empresa y piden dinero para regresarla a la normalidad. Claro son manejados por humanos.

Por último estos bots sirven para los fraudes de posicionamiento en internet. Son usados para inflar cuentas con seguidores, darle clics a los sitios para situarlos en los primeros lugares de ranking de sitios web y darle "me gusta" a noticias o páginas de Facebook. El contenido de los medios de comunicación, es su carta de presentación, no el ranking en Alexa o Comscore.

Como lectores podemos darnos cuenta de los contenidos de los sitios, los mensajes a las empresas o personas, y saber a ciencia cierta si es mentira o no. Así qué políticos, medios (los hay con pésimas redacciones y simples noticias en primerísimo lugar) y empresas que usan este tipo de trucos, les comunico que la gente se da cuenta y el sitio, empresa o político pierden credibilidad de manera exponencial. Así que muchachos, más vale una felicitación sincera, que cientos de comentarios robóticos.

Hasta la próxima 

Paty Coen