La inteligencia de las mujeres

Réplica y Contrarréplica
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El legado de Alejandro C Manjarrez

Una compilación de las mejores columnas políticas elaboradas por el periodista y escritor en la época digital. El periodo publicado en diarios impresos se denomina, crónicas sin censura. Búscalo en este portal.

El hombre reina, la mujer gobierna.

Ponson du Terrail

 

El comer y el rascar, todo es empezar.

Dicho popular

Cuando Rosario Green Macías comenzó a hablar, los presentes en el Salón de Cabildos de Puebla escucharon palabras, conceptos, recuerdos y vivencias cargadas de la experiencia que avala la sencillez que suele dar fuerza a la solvencia profesional. No hubo los requiebros semánticos ni las expresiones barrocas y menos aun las fórmulas discursivas tradicionales. Tampoco apareció la petulancia que suele manifestarse en los discursos políticos encargados a los tecnócratas de mente esquematizada y, además, duchos en el arte del plagio de ideas y conceptos. Lo que ahí ocurrió fue una fiesta cívico-republicana tamizada y enriquecida con algunos de los recuerdos que han sido, son y serán el eje de nuestra cultura.

El Ayuntamiento que encabeza Blanca Alcalá Ruiz tuvo el tino de proponer a la ex canciller y actualmente senadora, para que ella recibiera la primera Cédula Real que otorga la actual administración del municipio de Puebla. Se reconoció así la trayectoria e intensa labor tanto diplomática como académica, literaria, política y profesional de Rosario Green Macías. De ahí su intervención que refiero en el párrafo anterior, palabras que me llevaron a escribir las líneas que enseguida comparto con usted:

Los discursos personales suelen mostrarnos la pasta con que están hechos los servidores públicos. Aquel que pondera o sugiere los éxitos de su vida política, por ejemplo, enseña su necesidad de reconocimiento y, por ende, su inseguridad. O si la retórica que usa es compleja y difícil de entender para el grueso de los oyentes, debido precisamente a las fórmulas tecnocráticas expuestas, veremos a un individuo que podría no tener la preparación adecuada para representar con éxito los intereses de la sociedad. O si al discurso le falta la emoción que comunica y transmite ideas, entonces existe la posibilidad de que frente a nosotros esté un político plano, poco creativo, irresponsable incluso (porque no se preparó) y puede ser que hasta ignorante para el ámbito donde se desarrolla. Claro que hay algunos que la libran no obstante encajar en estas definiciones que ya forman parte de la cultura política manifiesta en manuales, estudios, historias y ensayos; se salvan pues gracias a su sensibilidad natural o, por qué no, al oportunismo que es una de las “cualidades” de los busca chambas, o su buena estrella y de vez en vez a su capacidad camaleónica, mimetismo que les ha servido para confundirse y sobrevivir dentro de la burocracia dorada.

Como ya lo dije, el discurso de la senadora fue original, sencillo y basado en decir aquello que la marcó para siempre ligándola con Puebla y con su cultura, formación espiritual, genética y familiar que le permitió mostrarse ante el mundo (ONU) como lo que es: una persona sensible, visionaria y universal.

Antes el presentador había hecho un resumen curricular muy completo a pesar de la complejidad que presenta la extensa y variada actividad diplomática, humanística, política, partidista y académica de la doctora Green Macías (Subsecretaria de Asuntos Políticos de la ONU, canciller de México, embajadora en la República Democrática Alemana y Argentina, Secretaria Ejecutiva de la CNDH, académica, directora del Instituto Matías Romero, escritora, dos veces senadora de la República, dos doctorados Honoris Causa y diversos cargos en su partido, el PRI, por sólo citar algunos aspectos de su intensa actividad política y diplomática).

Cuando le tocó el turno a la presidenta municipal, intervención que llevaba de suyo el reto de no “desentonar” con quien había recibido la primera Cédula Real del nuevo Ayuntamiento, este columnista pensó en el “paquete” retórico que le había quedado a Blanca Alcalá Ruiz. Sin embargo, la presidenta coincidió con Rosario Green en la forma de decir las cosas porque, igual que la homenajeada, habló de manera sencilla, pausada, emotiva y diáfana para comentar sus recuerdos y vivencias académicas y políticas relacionadas con la galardonada.

La justificación oficial del reconocimiento y desde luego la embajadora, validaron la importancia histórica y política que tiene la Cédula Real de Puebla. Se confirma así el prestigio del documento en el cual Carlos I de España y V de Alemania otorgó a los habitantes de Puebla (20 de julio de 1538) Armas y Escudo.

“¡Aja! –dirán algunos de los lectores desconfiados para después preguntar–, ¿y este tipo de reconocimientos en qué benefician a la comunidad”. Hay varias respuestas pero valga una para que esa desconfianza merme o desaparezca:

Rosario Green fue invitada a conocer el Archivo del Ayuntamiento y de paso el original de la Cédula Real. La presidenta le explicó algunos de los proyectos de su administración, entre ellos construir un edificio especial para conservar y exhibir la memoria histórica de Puebla. La respuesta de Green fue inmediata, auténtica, comprometida: “Cuenten conmigo en lo que yo puedo ayudar. Por lo pronto haré lo necesario para convencer a quienes tienen recursos para este tipo de obras. Es muy importante rescatar las raíces y la historia… También te ofrezco hacer las gestiones para traer algunos de los eventos internacionales que realice el Senado. Conocerán a Puebla, que es una de las ciudades más hermosas de mundo”.

Alejandro C. Manjarrez