Los lazos de Unión (Crónicas sin censura 103)

Réplica y Contrarréplica
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Historias de la Banca en México 

El caso de Carlos Cabal Peniche destapó la caja de Pandora debido a que el banquero en desgracia está relacionado con demandas penales, acusaciones de corrupción, tráfico de influencias y hasta presunto lavado de dinero. Y nada más por haber hecho negocios con él, algunos de sus socios ya son investigados, o para deslindar responsabilidades o de plano acusarlos de cómplices en lo que será uno de los más escandalosos delitos de cuello blanco.

Cabe pues la pregunta ¿por qué el gobierno nunca hizo nada contra Cabal Peniche a pesar de las acusaciones de fraude, despojo y tortura? Y también cabe hacer un recorrido a vuelo de pájaro por la interesante vida de este personaje tabasqueño.

            –Cuando organizaba sindicalmente a sus compañeros, Isidro Morales, líder de los trabajadores plataneros de las fincas de Cabal Peniche, lo acusó de torturas y privación ilegal de la libertad. Dijo también que su patrón sólo fungía como testaferro, ya que el verdadero dueño de esa empresa era nada menos que Federico de la Madrid Cordero, hijo del expresidente Miguel de la Madrid (la supuesta relación fue tajantemente negada por éste).

–Otro dato importante, y del que en apariencia las autoridades hicieron caso omiso, es que la PGR detuvo en la frontera norte un tráiler de una empacadora de plátano del consorcio Cabal, unidad que transportaba más de trescientos kilos de cocaína.

–La adquisición de ranchos ganaderos en Huimangillo (zona señalada por la DEA como de tráfico de enervantes) es otro de los asuntos sin respuesta ni investigación conocida.

–Los rumores sobre el dudoso origen de la riqueza de Cabal Peniche no fueron aclarados sino hasta que las aguas empezaron a enturbiarse. Incluso no faltaron personas que aseguraban que la riqueza del banquero en desgracia pertenecía a Khalid Bin Mahfaz propietario de la empresa Eastbook de Estados Unidos señalada por la DEA como lavadora de dinero.

–Otra circunstancia que para los suspicaces tiene tintes de misterio es la rapidísima ascensión al trono del “Rey Midas” (así se le conoce en Tabasco), éxito que por cierto está concatenado con los beneficios recibidos del gobierno, como por ejemplo, la adquisición del Banco de Crédito Hipotecario (BCH).

–Este tráfico de influencias, como fue llamado por el PRD, se debe a que el grupo de Cabal Peniche reúne a políticos, ex funcionarios, el propio gobernador Salvador Neme Castillo, Salomón Azar, Patrocinio González Garrido y los exgobernadores Mario Trujillo García, de Tabasco, y Gustavo Gutiérrez de Quintana Roo.

–También fue objeto de otros favores por parte del gobierno, como por ejemplo, la desincorporación de las concesiones que hizo el actual gobierno de Manuel Gurría Ordóñez.

–En esa extraña carrera de poder y riqueza, en 1992 se lanzó a comprar en 560 millones de dólares la trasnacional del Monte Frech Produce. En la operación embarcó a 300 socios y, curiosamente, al poco tiempo se produjo la fusión de los Bancos Unión y Cremi.

Entre los consejeros propietarios de la trasnacional están Jorge Serrano Segovia, Abelardo Sánchez (jefe operativo con sede en Miami), Alfonso Caso, Arturo Ortiz Hidalgo, Ricardo Armas, Joaquín Alcalá Herrez (director general del

Mismo grupo), Jacques Chevariart (asesor “espiritual” de Cabal) e Ignacio Cardona.

Respecto a sus relaciones con políticos y funcionarios del PRI, destacan las familias De la Madrid y de Carlos Hank González. De acuerdo con referencias periodísticas, el jefe del grupo Atlacomulco le vendió una torre empresarial y como promotor de la operación apareció el gobernador tababasqueño José Ángel Gurría Ordóñez, su excolaborador en la regencia del Distrito Federal.

En sus relaciones personales y de grupos bancarios, en una larga lista figuran Manuel Camacho Solís, los consultores Juan Elek y Rafael Moreno Valle (asesores de Cabal Peniche en una buena cantidad de operaciones) y algunos que sin tanta prosapia quedaron regados por diferentes entidades como Alejandro Carreto Ceballos y Jesús Morales Flores.

Alejandro C. Manjarrez 

21/IX/1994