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Vie, Mar

Emprendedores de cristal (Para los jóvenes)

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Si tienes la idea que revolucionará el mundo, recuerda que sin un plan de negocio, capital, asesoría fiscal y disciplina, podrías tenerlo todo… y no lograr nada...

En la vida —hablando del ámbito laboral— existen dos clases de personas: quienes buscan un trabajo con prestaciones, horarios fijos, aguinaldo y vacaciones; y aquellos que son amantes de la mala vida: los emprendedores.

Cuando somos jóvenes, algunos tenemos sueños y proyectos que queremos cumplir. Creemos tener esa idea que conmocionará al mundo. Trabajamos para aprender a ser empresarios, pero a la hora de constituir una empresa nos encontramos con una dura realidad: la pesadilla de emprender en México.

El emprendimiento: un deporte extremo

Existen dos tipos de emprendedores: los que sueñan con revolucionar el mercado con una idea innovadora —algunos lo logran, hay que decirlo—, y los que deciden no buscar el hilo negro y emprenden un negocio de servicios: una tintorería, una tortillería, un taller mecánico, una clínica, un restaurante, etcétera.

El camino no es imposible, ya está trazado y cualquiera puede seguirlo. Todo comienza con constituir una empresa o darse de alta en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público. El trámite más complicado es el primero, pues involucra a un notario, es largo, costoso —al menos 8 mil pesos—, y requiere un socio (o varios) además de un capital inicial.

No es necesario contar con cientos de miles o millones de pesos, pero sí se requiere una inversión acorde al negocio: desde hojas y una computadora, hasta la adecuación de un local o la compra de una nave industrial y una flotilla de camiones.

Si el emprendedor decide ser una persona con actividad empresarial o incorporarse al Régimen de Incorporación Fiscal (RIF), el trámite es más sencillo y se realiza personalmente en una oficina del SAT. Eso sí, te ficharán de por vida recabando tus datos biométricos… casi, casi, el ADN. Pero es un paso inevitable: incluso para ser socio de una empresa se necesita estar dado de alta con la famosa firma electrónica (FIEL, fiel al pago de impuestos).

Una vez inscritos en el sistema tributario, ya sea como socios de una empresa o como personas físicas con actividad empresarial, debemos construir nuestro negocio.

El capital

Algunos emprendedores cuentan con el apoyo familiar; otros ahorran durante años para reunir el capital inicial. Algunos triunfan, otros no.

Lo importante es elaborar un plan de negocio. Hay tutoriales en internet, artículos especializados y asesorías que pueden guiarte. Lo básico es no invertir sin conocer todos los retos que enfrentarás.

Los retos

Vida contable

Es indispensable contratar a un contador o aprender a presentar tus declaraciones fiscales. Parece complicado, pero el mismo SAT puede orientarte.

Por ejemplo, si generas ingresos de 100 pesos y tus egresos suman 80 (contando renta, luz, agua, productos, sueldos, gasolina, etc.), te quedarían 20 pesos de ganancia. De ahí, el ISR te quitará aproximadamente el 30%, además del IVA que hayas cobrado. Llevar una contabilidad sana evitará que te arranques los cabellos en el futuro.

Los permisos

Si tu negocio dará servicio al público, necesitarás una licencia de funcionamiento otorgada por el ayuntamiento correspondiente.

El problema es que, en México, esto te convierte en presa fácil para los inspectores municipales, quienes pueden caer en la tentación de extorsionarte. Para evitarlo, es fundamental que operes con todo en regla. Que ningún funcionario pueda “torcerte la mano” para pedirte dinero. Ojalá algún día estas prácticas desaparezcan, pero mientras tanto, estar en orden te protegerá.

La publicidad

Una vez que tengas tu negocio, necesitarás clientes.

La mejor publicidad es la recomendación boca a boca, pero para que eso ocurra, primero deben conocerte. Algunos empresarios confían en la estrategia de “location, location, location”, es decir, la ubicación ideal. Si vas a vender tortas, hacerlo en el cerro podría atraer ciclistas ocasionales, pero será más rentable establecerte en una zona con oficinas o mucha afluencia de personas.

Las redes sociales también son una herramienta poderosa. Abrir un perfil para tu negocio es gratuito y puedes pagar anuncios segmentados para llegar a tu público meta.

El sitio web

Tener una página web es altamente recomendable, aunque más costoso que las redes sociales. Existen plataformas que te permiten diseñar un sitio profesional sin necesidad de ser programador. Recuerda que la imagen de tu negocio es clave, así que no te precipites: consulta a amigos o familiares antes de lanzar tu página.

El negocio

Sigamos con las tortas. Si ya tienes todo listo para abrir “Deli Tortas del Cerro de Hormigón”, sé un empresario ético: no vendas tortas de perro callejero.

Ofrece un producto limpio, de calidad, que guste y se recomiende. Quizá la salsa de tu abuela sea tu gran secreto, pero si un cliente termina con una indigestión explosiva, tu negocio podría desaparecer.

Cuida los detalles: si tu local huele mal o las moscas invaden el lugar, perderás clientes rápidamente.

Ejemplos de éxito

Te contaré dos casos que me marcaron:

El primero es el de una madre soltera que, con ganas de sacar a sus hijos adelante, instaló un pequeño call center en su casa con una computadora prestada y el teléfono familiar. Hoy, 17 años después, su empresa realiza más de dos millones de comunicaciones anuales y emplea a más de mil 100 personas.

El segundo es el de un empresario de espectáculos que apostó por traer a un artista internacional. Pagó un anticipo millonario, hipotecó su casa y se jugó todo. El gobierno le negó permisos y bloqueó el evento. Desesperado, hizo una llamada a un amigo que resultó ser secretario particular del presidente. No fue tráfico de influencias, sino casualidad: los hijos del mandatario querían ir al concierto. El presidente llamó al regente capitalino, y el evento se llevó a cabo con gran éxito. Hoy, ese empresario es uno de los más importantes del ramo en América Latina.

Recomendaciones

Como verás, emprender implica enfrentar múltiples desafíos. No basta con una idea brillante; se requiere disciplina, constancia y preparación.

Algunas recomendaciones para tu camino emprendedor:

  • No permitas que nadie te diga que no puedes tener éxito.
  • Escucha los consejos de familiares y amigos, pero analízalos con calma.
  • Ofrece siempre el mejor producto y el mejor servicio.
  • No arriesgues todo; el que no arriesga no gana, pero perderlo todo puede ser fatal.
  • Prepárate para problemas, pero recuerda que, si trabajas duro, llegará el día en que puedas delegarlos.
  • Haz las cosas bien: cumple con el SAT, inscribe a tus empleados en el IMSS, dales sus prestaciones, pero investígalos bien antes de contratarlos.
  • Cuando te sientas agobiado por los problemas, tómate un respiro. Al día siguiente, analiza cada situación por separado.

Si tienes la idea que revolucionará el mundo, recuerda que sin un plan de negocio, capital, asesoría fiscal y disciplina, podrías tenerlo todo… y no lograr nada.

Hasta la próxima

@ReplicaMiguel

Miguel C. Manjarrez