En realidad son sustancias que no ocasionan daño si son tomadas de forma moderada. Los productos que se aplican directamente en la piel pueden causar alguna irritación, ya sea los que se venden específicamente como estimulantes o bien los remedios que algunas personas utilizan como ungüentos mentolados...
Vivimos en un tiempo en donde todo se mide, el valor de las cosas se da más por lo que cuestan, pesan o duran, que por factores inmensurables. Y el erotismo no se escapa de esto, es muy común escuchar a las personas preguntar: “¿Cuál es el tamaño normal?” “¿Cuánto tiempo hay que durar?” “¿Cuántos orgasmos hay que tener?” y un sin fin de preguntas que lo único que hacen es minimizar el amplio repertorio erótico del cual somos capaces todos los seres humanos.
Y de una forma poco afortunada los llamados estimulantes sexuales en ocasiones se convierten en terribles enemigos de la sexualidad. Esto lo podemos observar simplemente con los eslogan publicitarios que los anuncian: “¿Quieres tener una mujer así?”. O este otro: “No es para los que no pueden, sino para los que quieren más”. En definitiva se vuelve a colocar al erotismo en el campo de los números, de los tiempos, de los aguantes, de los premios y medallas.
Mi intención no es satanizar a estos productos, de hecho es una gran ventaja que existan en el mercado, lo único que te preguntaría si eres consumidor de ellos es ¿Para qué los usas?
Es común encontrar parejas en donde, por lo general el hombre, toma algún estimulante sexual, sin una prescripción médica, y se auto nombra con una gran potencia sexual, sin darse cuenta que a su pareja esto no le interesa, o lo que es más triste ya está cansado; Esto ocasiona grandes problemas en la relación; es decir, tomar un estimulante sexual, será una decisión personal pero habría que comentarlo con la pareja.
Y la verdad es que la mayor parte de las veces no es necesario utilizar estas fórmulas, vale más la calidad, que la cantidad. Es mejor decir una vez ¡increíble!, Que toda la noche, más o menos. Además, la importancia que tiene el desgenitalizar a la sexualidad, es decir, no poner como meta o como fin único la penetración, que es otra de las desventajas de los estimulantes ya que la mercadotecnia va dirigida hacia el acto coital.
Para entender un poco más el efecto de estos productos en la sexualidad, te comento que la excitación durante la respuesta sexual humana se lleva a cabo debido a factores cardiovasculares y nerviosos; es decir, es importante tener un buen funcionamiento de arterias, venas y nervios para lograr una lubricación vaginal y una erección del pene. El efecto de estos productos es en el sistema cardiovascular y nervioso, o sea, a nivel corporal y no específicamente a nivel genital. Por lo tanto tomarlos no va a ocasionar de forma espontánea una erección o una lubricación; simplemente son una ayuda, además del gran potencial psicológico que se maneja.
¿Qué contienen?
Las principales sustancias que se encuentran en estos productos, son de origen natural y se mencionan las siguientes:
- Guaraná: es un reconstituyente del sistema nervioso, estimula la actividad cardiaca, la memoria y los reflejos.
- Damiana: se le conoce como un afrodisíaco, tiene un efecto antidepresivo, por lo tanto actúa sobre el sistema nervioso.
- Ginkgo biloba: actúa sobre el sistema nervioso, es un energetizante que actúa para combatir el cansancio y la debilidad física.
- Ginseng: actúa sobre la memoria, tiene un efecto directo en el cerebro.
- Jalea real: proporciona energía a la persona que lo consume.
- L-arginina: es un aminoácido termogénico, es decir, produce calor en la zona que se aplica.
En realidad son sustancias que no ocasionan daño si son tomadas de forma moderada. Los productos que se aplican directamente en la piel pueden causar alguna irritación, ya sea los que se venden específicamente como estimulantes o bien los remedios que algunas personas utilizan como ungüentos mentolados.
¿Quién puede utilizarlos?
En realidad cualquier persona puede utilizar los estimulantes sexuales, se recomienda principalmente a:
- Personas que realizan mucha actividad física, como deportistas.
- Personas que presentan un decaimiento físico.
- Edad avanzada.
- Disminución de la libido.
Sólo recuerda que la actividad erótica es para compartir no para demostrar hazañas heroicas, que el principal estimulante es nuestro cerebro y el principal órgano erógeno es la piel. Vive y disfruta de tu erotismo y si en algún momento requieres de algún producto para aumentar el estímulo sexual pues acude con algún médico para recibir orientación.
Para cerrar te comento que los estimulantes sexuales son diferentes a los medicamentos que se utilizan para la disfunción eréctil como el sildenafil o valdenafil, los cuales sí requieren un chequeo y prescripción médica.
Gracias por leer este artículo.