Las santonas del PRI

Réplica y Contrarréplica
Tipografía
  • Diminuto Pequeño Medio Grande Más Grande
  • Default Helvetica Segoe Georgia Times

El legado de Alejandro C Manjarrez

Una compilación de las mejores columnas políticas elaboradas por el periodista y escritor en la época digital. El periodo publicado en diarios impresos se denomina, crónicas sin censura. Búscalo en este portal.

Mujeres juntas, ni difuntas.

Dicho popular

Las batallas contra las mujeres son

las únicas que se ganan huyendo.

Napoleón I

Tres de las santonas de la política poblana fueron entrevistadas por este columnista. Ocurrió en la Casa de la China Poblana. Las respuestas me dieron oportunidad de valorar su crecimiento intelectual; de captar lo que produce el paso del tiempo combinado con la preparación y la inteligencia.

Lucero Saldaña, Enoé González y Claudia Hernández. Tres diferentes formaciones y una coincidencia ideológica. Cada cual con su propio camino, rutas que conducen al poder político que, sugieren, es el objetivo de cada una de estas que se sienten (y así las ven) como las “reinas de la dirigencia tricolor”. En fin…

Tres estilos de “matar pulgas”.

Tres disímiles universos espirituales.

Tres diferentes formas de expresión verbal en cuyo léxico predominan los vocablos comunes de la batalla política, de la lucha de género, de las soterradas escaramuzas contra el machismo oculto en las alforjas de los hombres que ejercen el poder.

Lucero, Enoé y Claudia, mejor conocidas como las “mujeres de Armenta”, son la punta de lanza del PRI actual, un partido a veces duro, en ocasiones blando, de vez en cuando moldeable, y casi siempre multiforme. Son la “trenza” que hace las veces de eje a la equidad de género que tanto presume el PRI. Son, pues, “el sombrero de tres picos” que devuelve a la historia del “Institucional” su carácter original, el perfil que llegó a estropearse debido a la chabacanería que manifestaron algunos de sus dirigentes, nacionales y locales.

¿Equidad de género? Veamos, pues, la opinión de cada una:

Lucero: uno de los temas en los que menos se ha avanzado, incluso a nivel mundial. Para mí el término es representación proporcional. No necesariamente un 30, 40 o un 50%, sino el lograr una igualdad en participación.

Enoé: ¿Qué es lo que ahora nos queda en este proceso de igualdad por el cual estamos luchando? Que se invierta la fórmula: en lugar de cuotas para las mujeres, que haya cuotas para los hombres y que nosotros tengamos la mayoría.

Claudia: Hay que desarrollar culturalmente un sentido de solidaridad entre nosotras. Es un tema de educación, de formación. Podríamos decir incluso que en la cultura mexicana te educan para hacer política. Pero no hay una cultura de trabajo en equipo, no hay una cultura que nos induzca a sustentarnos unos y otros, a apoyarnos para lograr un crecimiento general. Y claro, eso complica la lucha por la equidad.

La oposición. ¿Cómo ven a las mujeres de oposición?

Lucero: cuando yo empecé en política, recuerdo que las mujeres, como por ejemplo Ana Tere, no participaban en el PAN, sino en una agrupación que, decían, “no es partidaria, sino promotora del voto”. Después llegó a ser presidenta estatal de su partido. En la izquierda, las mujeres participaban en causas, pero no sobresalían como dirigentes. Y en el PRI de antaño como el de ahora, siempre han existido mujeres militantes que salen de la universidad, que se incorporan al gobierno y que son parte de la política. Ese es nuestro plus.

Enoé: si revisas los estatutos del PAN, la participación de la mujer de ninguna manera es comparada a la participación que desde antaño el PRI siempre le ha dado la mujer. Existe desde que empieza a crearse como partido basado en el origen histórico, político y social de México. En el PRD y en el PAN, la participación es reciente. Antes era en torno a un plan familiar o a una organización civil. Y como el gatopardismo de Lampedusa: cambiaron pero siguen igual.

Claudia: hay mujeres valiosas, mujeres inteligentes. Pero si observamos la ideología conservadora veremos que a ese sector no le gusta el avance de las mujeres. Por ello las mantienen acotadas e incluso, en algunos casos, relegadas.

Pregunta para Claudia: dice Alejandro Armenta que el triunfo se lo llevan los candidatos y la derrota los dirigentes. ¿Cuál es tu punto de vista?

Claudia: no podemos pensar en perder. Para nosotros no ha habido nada más importante que planear, pensar, actuar, organizar, hacer todo lo necesario para ganar. Como creemos en un trabajo de suma estamos pensando en ganar.

Pregunta para Enoé: Puebla es una ciudad conservadora, de derecha. Hay una gran influencia del PAN aquí en Puebla. Ha ganado en muchos distritos. ¿Cómo ves a Carlos Meza Viveros?

Enoé: lo veo echado para adelante, capaz y con talento. Justo en sus críticas a la derecha que no ha sabido gobernar. Y agrego: en la Puebla que tú comentas, en la Puebla de ultranza, en la Puebla donde hay gente que todavía está pensando en la época del feudalismo, tenemos una mujer como Blanca Alcalá que por su trabajo es ya un activo importante que ayudará al PRI a ganar las próximas elecciones.

Pregunta para Lucero: Luis Donaldo Colosio vio un pueblo marginado, un México lleno de conflictos y contrastes sociales, injusto, inequitativo. ¿Qué ha pasado, ya mejoró?

Lucero: seguimos viendo necesidades no satisfechas, pero también avances en otros terrenos. Pero si no valoramos lo que nos ha costado superar algunos rezagos, estaríamos olvidándonos de la historia. Seguimos viendo en el tono de Colosio, que la distribución de la riqueza sigue siendo una necesidad no satisfecha. Seguimos hablando de impunidad, de injusticia pero ahora con un agregado: el crimen organizado que ha crecido en los últimos ocho años. Para mí la visión de Luis Donaldo sigue estando vigente.

Hasta aquí este apretado resumen de la entrevista a las “santonas del PRI”, interviú que se publicará completa en la revista Réplica. En este caso no resultó cierto el dicho que reza: “Mujeres juntas ni difuntas”.

Alejandro C. Manjarrez

Nota: Columna publicada en 2009