Todos los países poseen sitios y monumentos de interés local o nacional pero para que este "patrimonio nacional" sea considerado también "patrimonio mundial" tiene que ser patrimonio de "valor universal excepcional"...
Los seres humanos protegemos, conservamos y deseamos perpetuar aquello que valoramos, ya sea porque nos es útil, porque es bello, porque forma parte de nuestras creencias o de nuestro quehacer. Por lo tanto los bienes adquieren importancia cuando les reconocemos un significado especial, el cual está estrechamente ligado al conocimiento y a la identidad de un pueblo.
El patrimonio es el legado que hemos recibido del pasado, lo que vivimos en el presente y lo que transmitimos a las futuras generaciones. El patrimonio se extiende a categorías que rebasan los valores estéticos y testimoniales hasta alcanzar las formaciones geológicas, biológicas y físicas extraordinarias, las zonas con valor excepcional desde el punto de vista de la ciencia, de la conservación o de la belleza natural y los hábitats de especies animales y vegetales amenazadas.
Se divide en dos ramas: cultural y natural, estas a su vez se dividen en dos ramas; Tangible e Intangible. El patrimonio cultural engloba todas las expresiones hechas por el hombre. Un ejemplo de Patrimonio cultural tangible es un edificio, y un ejemplo de patrimonio cultural intangible, sería la música. El término Patrimonio Natural se refiere a los sitios que la naturaleza ha formado sin intervención del hombre. Algunos ejemplos de patrimonio Natural en México son el Santuario de la Mariposa Monarca y la Laguna de Términos.
Todos los países poseen sitios y monumentos de interés local o nacional pero para que este "patrimonio nacional" sea considerado también "patrimonio mundial" tiene que ser patrimonio de "valor universal excepcional".
La declaración de un bien patrimonio de la humanidad es un privilegio y un prestigio para el país, para sus responsables políticos y culturales y para los ciudadanos más directamente relacionados con el referido Bien Patrimonio de la Humanidad. Pero al mismo tiempo es una gran responsabilidad, ya que deben mantener su conservación y protección así como profundizar en su estudio con el fin de que su Bien pueda contribuir a la educación integral de otras personas y pueblos.
"Un Bien declarado Patrimonio de la Humanidad es un legado de la comunidad internacional y su presencia en un determinado país, sobre todo le exige a este país un incremento de imaginación, preocupaciones y gastos para conseguir su protección y defensa." Fuente: “Centro del Patrimonio mundial de la Unesco”
Mexico ocupa el 7° lugar a nivel mundial con mayor número de sitios declarados “Patrimonio de la Humanidad”. Italia, España, China, Francia, Alemania e India encabezan esta lista. México cuenta con 35 sitios, sólo dos lugares arriba del Reino Unido con 33 sitios.
Los sitios mexicanos catalogados Patrimonio de la Humanidad son el Centro Histórico de la ciudad de México y Xochimilco, el Centro Histórico de Oaxaca y la zona arqueológica de Monte Albán, el Centro Histórico de Puebla, el Parque Nacional y Ciudad Prehispánica de Palenque, la Ciudad Prehispánica de Teotihuacán, la Reserva de la Biósfera de Sian Ka´an, la ciudad Histórica de Guanajuato y las Minas adyacentes, la Ciudad Prehispánica de Chichen Itza, el Centro Histórico de Morelia, La Ciudad Prehispánica de El Tajín, el Centro Histórico de Zacatecas, las Pinturas Rupestres de la Sierra de San Francisco, el Santuario de Ballenas de El Vizcaíno, los Monasterios Tempranos del S.XVI en las Faldas del Popocatépetl, la Zona de Monumentos Históricos de Querétaro, el Pueblo Prehispánico de Uxmal, el Hospicio Cabañas en Guadalajara, la Zona Arqueológica de Paquimé, Casas Grandes, la Zona de Monumentos Históricos de Tlacotalpan, la Zona de Monumentos Arqueológicos de Xochicalco, la Ciudad Fortificada de Campeche, la antigua Ciudad Maya de Calakmul, las Misiones Franciscanas en La Sierra Gorda de Querétaro, la Casa Estudio de Luis Barragán, las Islas del Golfo de California, los Paisajes de Agave y Fábricas Antiguas de Tequila, el Campus de la Universidad Nacional Autónoma de México, la Reserva de la Biósfera de la Mariposa Monarca y por último, el Pueblo de San Miguel, el Santuario de Jesús Nazareno en Atotonilco, El Camino Real de Tierra Adentro, Las Cuevas Prehistóricas de Yagul y Mitla en el Valle Central de Oaxaca, la Reserva de la Biósfera el Pinacate y Gran Desierto de Altar, Sistema Hidráulico del Acueducto del Padre Tembleque, el Archipiélago de Revillagigedo, y Valle de Tehuacán-Cuicatlán-Hábitat originario de Mesoamérica.
Todos estos sitios están catalogados a nivel mundial como “De importancia cultural o natural excepcional para la herencia común de la humanidad”, junto con la Acrópolis en Grecia, el Palacio de Versalles, la Muralla China, las Pirámides de Egipto, Venecia, Toledo, Liverpool, sólo por mencionar algunos.
Muchos países desearían tener el patrimonio que tiene México, el problema radica en que no nos damos cuenta los mexicanos de esta riqueza tan valiosa y muchas veces por ignorancia se destruyen innumerables edificios, templos, zonas arqueológicas y áreas naturales por esta falta de conocimiento.
El Patrimonio mexicano en peligro
Desde la época prehispánica, México ha tenido un inmenso legado cultural. Las civilizaciones antiguas construyeron ciudades de ensueño, donde existía la perfección en cada uno de sus edificios y calles. La conquista trajo a su vez otro tipo de conocimientos y arquitectura que, fusionados con los conocimientos prehispánicos, crearon una mezcla de estilos y formas únicos en el mundo.
Centro Histórico de Puebla, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1987
En una extensión de 6.9 kilómetros cuadrados, el Centro Histórico de Puebla tiene 2619 monumentos. Esa riqueza patrimonial coloca a Puebla como la ciudad con más monumentos históricos del continente americano.
Pero ¿Qué se está haciendo para su conservación? El centro histórico está sufriendo una increíble transformación, muchos de los edificios están en peligro de derrumbarse, la falta de manos y recursos por parte del gobierno para el rescate de edificios, están provocando un severo daño a la historia de Puebla. En los edificios de las principales calles del centro se realizó una imagen urbana a la altura de cualquier ciudad de primer mundo. Pero todo esto tiene repercusiones; la envidia mexicana, típica en los funcionarios públicos, ha sido su peor enemigo. Pero ahí es donde los funcionarios se cortan la cabeza, pues al criticar brota de sus cuerpos la ignorancia que los sigue como sombra. Habría que leer y conocer un poco más acerca de su estado señores funcionarios, pues si supieran los beneficios que trae la conservación y restauración de los monumentos, seguramente les brillarían los ojos. Puebla no sólo es la Palafoxiana.
Contrastes
España; la Meca del Turismo, sabe la importancia de la conservación y restauración de sus edificios y centros históricos, para recibir una cantidad enorme de turistas anualmente.
El contraste más grande lo encuentro en Veracruz; sus playas fueron testigo de expediciones provenientes de España. Más tarde, los asentamientos españoles bautizaron este lugar y comenzaron a construir una ciudad. Después de casi 5 siglos de historia, parece que este bellísimo Puerto de Veracruz se encuentra en ruinas. Al pasear por sus calles, uno se puede percatar de la magnífica ciudad que fue y el ocaso en el que se encuentra. Tanto, que aún con la historia que tiene, no figura en la lista de sitios Patrimonio de la Humanidad.
El Estado de Morelos tiene en sus entrañas una pequeña zona arqueológica conservada y restaurada de tal forma que atrae a turistas extranjeros y los enamora con su espectáculo “Xochicalco de Noche”. Esa es la visión que necesitamos para sacar a este país adelante, debemos sentirnos orgullosos de la riqueza que tenemos en nuestros pueblos, ciudades, tradiciones, gastronomía y áreas naturales, conservarlos y difundirlos para evitar cometer el mismo error que nuestro vecino del norte. Estados Unidos literalmente borró toda su historia y destruyó cuanto pudo a su paso a lo largo de siglos. Ahora su actitud ha cambiado, conserva las escasas ruinas que tiene y las protege como si fueran palacios.
Nadie ama lo que no conoce
Debemos evitar la destrucción de nuestra historia, pues esa historia es la que mantiene a México como un gigante, listo para despertar de un sueño largo.
El turismo es el arma con la que cuenta nuestro país para estar blindado contra cualquier crisis. Pero ¿Qué estamos ofreciendo como atracción turística? ¿Destrucción, ruinas, abominaciones arquitectónicas que dejan lana al que las construye? Evitemos esto al conocer lo que tenemos. Pues somos y tenemos mucho más que los países desarrollados. El punto negativo, la sombra de la corrupción de algunos de los funcionarios públicos ignorantes de la riqueza histórica de México.