Después de esta dura realidad que a la administración municipal le importa un soberano cacahuate, si el ciudadano tiene que exponerse a contagios yendo y viniendo a hacer trámites de una situación que no es culpable, solo queda recordar su canibalismo en los momentos que piden el voto .
Válgame su santísima Trinidad, otra vez escribiendo una barbaridad que me sucedió con los policías del ayuntamiento de Puebla. Como usted sabe, si es que leyó, “historias de la pandemia”, conoce la de un oficial vial del municipio que me extorsionó.
Ahora le tocó a uno de mis repartidores. En Puebla, después de una ola de asaltos violentos en el Boulevard Atlixcayotl, instauraron los famosos retenes, “operativo moto en regla”, por lo que es común que aparezcan de pronto, detengan a los motociclistas, los infraccionen, les retiren la motocicleta y tengan que vivir un suplicio para recuperar sus unidades.
La mayoría de los casos se van contra el que usa la moto para trabajar. No he visto grúas con Harley Davidson detenidas.
Esta es mi historia:
Afuera de un lugar al que le entregamos producto a un cliente, un oficial de tránsito infraccionó a mi repartidor retirándole la tarjeta de circulación. Dos meses después, lo detuvo un retén por no contar con dicho documento. Le mostró la multa, pagada, a lo que el oficial hizo caso omiso. Y se llevó la motocicleta al corralón. ¿Por qué no fue por la tarjeta ?, por pánico, temor, estrés de ser contagiado.
Al día siguiente se pagó la multa y se fue a recoger la unidad con un acta del MP donde decía que no tenía la tarjeta de circulación. Pues no se pueden en este momento de la pandemia, tramitar reposiciones.
La entregaron después de pagar alrededor de mil doscientos pesos. Pero los oficiales le comentaron al repartidor que estaba fichada la moto y si la volvían a detener no la recuperaría jamás. Hágame usted el favor. El colmo del abuso de autoridad.
Después de esta dura realidad que a la administración municipal le importa un soberano cacahuate, si el ciudadano tiene que exponerse a contagios yendo y viniendo a hacer trámites de una situación que no es culpable, solo queda recordar su canibalismo en los momentos que piden el voto.
Yo pude juntar lo de las multas, pero qué pasa con las personas que no tienen dinero en este momento y que esa motocicleta es su modo de transporte y supervivencia. Sin duda los fulminan moral y económicamente.
Ojalá la presidenta municipal, Claudia Rivera Vivanco, que fue activista social, les infunda a sus fuerzas policiacas un poco de empatía hacia los ciudadanos, a menos, claro, que ella lleva una tajada de las sanciones en lo oscuro. Asunto que dudo completamente.
Bonito día.
Denuncia abusos de autoridad.