El periodismo de investigación es el periodismo, lo demás son Relaciones Públicas. Muchos medios de comunicación reproducen las notas emitidas por los gobiernos, casi sin cambiarle una coma. Reciben los boletines y las fotos, los diseñan e imprimen revistas y periódicos o las cargan en los portales web.
Los lectores interesados buscan información que saque a la luz datos verídicos sobre abuso de autoridad, corrupción, tráfico de influencias, sobreprecio en las contrataciones que hace el gobierno, etc.
Son pocos los medios en México que se dedican a la investigación. Esto para no poner en peligro el subsidio oficial, que debería ser obligatorio, como pasa en otros países. El dinero público es canalizado a los medios que fomentan la democracia. Ese tema podría ser legislado si existiera un gobierno transparente y honesto. Que no le incomode que los periodistas de investigación hurguen en sus movimientos financieros y en sus acciones de gobierno.
Por citar un ejemplo, en el momento que la Auditoría Superior de la Federación dio a conocer una serie de anomalías en el gasto público de varios estados, lo que originó una serie de noticias sobre desvío de recursos públicos, sobreprecios, contratación de proveedores quienes financiaron campañas políticas y un largo etcétera.
Pero ¿Por qué no salió a la luz esta información antes de que la ASF la hiciera pública? Porque hay pocos medios que permiten al reportero investigar a fondo estos asuntos y apoyarlo en todos los aspectos. La paradoja de este asunto, es que son estas noticias las que generan un considerable número de lecturas, y los anunciantes de todo tipo son más vistos y por lo tanto las campañas publicitarias tienen mayor impacto.
La UNESCO dio a conocer el Manual para periodistas de investigación. No puedo referirlo en un espacio reducido, pero rescato una síntesis de lo que nos muestra. El subdirector general de comunicación e información de la UNESCO, Janis Karklins, refiere lo siguiente en el citado manual: “el periodismo de investigación consiste en la tarea de revelar cuestiones encubiertas de manera deliberada por alguien en una posición de poder, o de manera accidental detrás de una masa caótica de datos y circunstancias. Los medios de comunicación pueden cumplir el rol de perro guardián que es indispensable para la democracia y por esta razón la UNESCO apoya plenamente las iniciativas dirigidas a fortalecer el periodismo de investigación en todo el mundo.
El corresponsal jefe de investigación de ALJAZEEA, Yosri Fouda explica el contexto del periodismo y el por qué de la importancia de crear un manual para orientar a los periodistas de investigación.
Desde mi punto de vista incentivar a los nuevos periodistas y a los profesionales a dejar la cómoda relación con el poder, con el fin de transmitir información precisa sobre actos de corrupción y abuso de poder, con el propósito de abonar a su erradicación y castigo.
Nos dice: en primer lugar, desde el punto de vista de la industria, muchas organizaciones de noticias conocen más la cultura de la cantidad que de la calidad. Entre otras cosas, la calidad requiere una gerencia con alto nivel educativo, capacidad continua, equipos integrados, presupuestos realistas de tiempo. Aunque es difícil encontrar un gerente o un periodista que no elogie apasionadamente el periodismo en profundidad, es menos común verlos transformar este elogio en realidad con el mismo nivel de entusiasmo y capacidad.
Desde el punto de vista de la seguridad personal, para ninguna otra forma de periodismo es más adecuada la máxima de que “ser periodista es buscarse problemas”. Así en periodismo de investigación, el cálculo de riesgo es un concepto clave, sobre la base del hecho de que ninguna nota periodística vale la vida al periodista. Por más que este principio parezca simple, al contrario, evoca motivos de preocupación en una parte del mundo que en el ámbito del periodismo de investigación aún se encuentra en la fase de aprendizaje.
En tercer lugar, desde el punto de vista legal, el periodismo de investigación es un campo minado. Suele frecuentar el mismo club donde se encuentra la corrupción, la negligencia y el fracaso de los sistemas. Al mezclarse con semejante mala compañía el periodista asume un inmenso riesgo legal, dado que siempre se propone encontrar respuestas para preguntas que empiezan con “cómo y por qué”, debiendo aplicar en ocasiones, métodos poco transparentes en nombre del bien común. Pocos periodistas podrán y querrán notar la diferencia entre el interés público, y muchos menos podrán conseguir una primicia manteniéndose al mismo tiempo dentro del ámbito de la ley. Evidentemente, es fundamental ser consciente del marco legal.
Por último, Fouda nos habla del punto político. Los mecanismos que regula la relación del periodista con los políticos son similares a los que regulan su relación con prostitutas. Ambos son informales y ambos buscan usar al periodista para algo. Pero no se trata de un juego de suma cero; siempre existe una tercera vía que le permitirá al periodista alcanzar su objetivo y al mismo tiempo mantenerse con vida.
El periodismo de investigación no es solamente o únicamente un producto, sino que es un servicio que contribuye a fortalecer y mejorar la vida de las personas. A la hora de decidir si una historia vale la pena, formúlese las siguientes preguntas, aconseja el autor:
¿Cuántas personas serán afectadas? (A esto se le llama el “tamaño de la bestia”).
¿En qué medida serán afectadas? (Aquí la calidad importa tanto como la cantidad: aun cuando una persona muere o ve su vida arruinada, la historia es importante).
Si las personas se verán afectadas de manera positiva, ¿es posible replicar las causas en otros ámbitos?
¿O acaso estas personas son víctimas?
¿Es posible evitar el sufrimiento?
¿Podemos mostrar cómo hacerlo?
¿Hay personas que deben ser castigadas, o al menos denunciadas?
¿Acaso es importante contar lo que sucedió, para evitar su repetición?
Así es como, nos dice el autor, uno de nosotros ve la cuestión: el mundo es un lugar donde abunda el sufrimiento. Mucho de ese sufrimiento es inútil, y es consecuencia del vicio y el error. Cualquier cosa que reduzca el sufrimiento, la crueldad y la estupidez, vale la pena. A través de la investigación podemos lograrlo.
Vale la pena buscar en la red el manual del periodismo de investigación realizado por la UNESCO. Está enfocado a las vivencias de los periodistas de investigación en territorio Árabe. Es completamente adaptable a nuestro país.
El problema en México, es que cuando surge un tema delicado, se presentan pruebas y se exhibe a un político de alto nivel, este permanece impune. Sus equipos de comunicación implementan estrategias de negación y denostación del periodista. Fingen que son víctimas de venganza o presas de un tema electoral. Jamás aceptan y reculan. Siguen haciendo de las suyas hasta que son juzgados, primero por la sociedad, y en pocos casos por las instituciones que imparten justicia, cuando el tema es demasiado visible e indigna a la sociedad. La mayoría de las veces, el acusado esconde la cabeza, envía las tropas de comunicación y espera que la tormenta termine.
Es por eso la importancia de fomentar el periodismo de investigación que hoy en día es mucho más sencillo por la obligatoriedad de las instituciones a transparentar el uso de los recursos públicos. Esto para el periodista es un verdadero vía crucis, pero el resultado final es motivacional y enriquece el espíritu del periodista.
Gracias y hasta la próxima.
@Cruztobas