Vacunación en San Andrés Cholula, ¿homicidio culposo?

Política
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Ojalá que ninguno se haya contagiado en la verbena de los días de febrero. Y si desgraciadamente pasa y alguien muere, de quién será la culpa. ¿También se echarán la bolita unos a otros?

El pasado 24 y 25 de febrero, se llevó a cabo la jornada de vacunación para adultos mayores en el municipio de San Andrés Cholula.

El caos y la desorganización marcaron el evento.

Muchos inscritos que les correspondía el derecho a ser inmunizados, vecinos del municipio de San Andrés Cholula, se quedarán sin recibir la vacuna. Enojados, enfurecidos, sumamente decepcionados, espetaron con rabia o por medio de sus descendientes la irritación que les provocó tan lamentable episodio.

El gobernador de Puebla Miguel Barbosa Huerta en sus conferencias de prensa hizo énfasis en que ellos, como gobierno estatal, no tenían responsabilidad alguna. Le pidió a su secretario de salud ser asertivo en la mesa de coordinación con los involucrados. El gobierno de Puebla únicamente proporciona los lugares de vacunación y el personal sanitario para inyectar el biológico, como se conoce en el ámbito médico, enfatizó.

La organización estuvo a cargo de la Federación en específico de Rodrigo Abdala, delegado federal en Puebla.

Aunque se pudo ver personal del DIF estatal ayudar en la encomienda, aseguran que no es responsabilidad de ellos ni del Ayuntamiento de San Andrés Cholula.

El secretario de Salud del Estado de Puebla José Antonio Martínez García, médico comprometido y capaz, cometió un error garrafal. Aseguró que no podía dejar de vacunar a los adultos mayores aunque fueran de otros municipios, asunto que invita al desorden y al caos. En próximas ocasiones se entenderá que si van, aunque no les toque, podrían ser afortunados. El gandalla no batalla.

¿Por qué no existe una logística básica?

Veamos: los adultos mayores se inscriben en la página creada para dicho propósito y supuestamente les llaman para citarlos. Podrían darles una ficha virtual o proporcionarles un número o clave para presentar su turno.

Lo cual no sucedió.

Entonces si se tienen 100 vacunas, se cita a 100 personas. La capacidad logística para poner vacunas es de 20 en un día. Se divide la vacunación en 5 días.

Citan por letra de apellido. Dan prioridad a los mayores de 75 u 80. A los que sufren alguna discapacidad los vacunan en sus domicilios. Dividen el tiempo para citar a una hora específica con sus períodos de espera.

Ponen una lona gigante afuera de todos los centros de vacunación que indique:

Si no fuiste convocado, no se te dará la vacuna. Con orden podremos avanzar más rápido.

Hay vacuna para todos, espera tu turno.

Por supuesto que los números son un ejemplo. Y la frase de la lona también. Así quizá los primeros días irán los ciudadanos preocupados por la vacuna y verán que no es su turno. Habrá orden y lo más importante: no causarán estrés al personal médico, a los servidores públicos y sobre todo no expondrán a los adultos mayores al contagio.

El adulto mayor que se contagia tiene un porcentaje altísimo de morir. Tenerlos ahí peleando, con gritos y sin una distancia que evite la propagación del virus podría convertirse en un homicidio culposo. Estoy seguro que no es la intención de las autoridades, pero también estoy seguro que no han reflexionado en un escenario tan lamentable que haría mucho daño a su imagen y a la sociedad.

Hacer que hagan filas por horas y estén en el sol, en el polvo, sin baños, sin alimentos, es un despropósito y una violación a sus derechos humanos.

Ojalá que ninguno se haya contagiado en la verbena de los días de febrero. Y si desgraciadamente pasa y alguien muere, de quién será la culpa. ¿También se echarán la bolita unos a otros?

Es una responsabilidad de vida o muerte, que deja en estado de indefensión a los adultos mayores, por ello creo que el jefe del ejecutivo estatal debe tomar las riendas de manera contundente y evitar que se salga de control nuevamente. Debe emular a la jefa de gobierno de la Ciudad de México, en donde hoy se vacuna con profesionalismo y orden.

Es inexcusable se implemente una logística profesional. Presumo que existe alguien que conozca y domine el tema de organización de eventos y logística en las filas burocráticas poblanas.

Imagínese usted que una aerolínea vende 300 boletos para un avión de 100 pasajeros.

O un empresario del espectáculo convoca a 200 mil personas a un estadio donde caben 50 mil.

Por lógica elemental, un caos total.

¿Y los no vacunados que fueron convocados? Se quedaron intranquilos y estresados. Además de exasperados y decepcionados.

Hasta la próxima.

 

  Miguel C. Manjarrez