Lo que sufre una estrella

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Nadie ayuda al bien si no ha reconocido a algún bien

Lo que sufre una estrella (del bien). Nadie hace algo por el bien inventando estéticas para el mundo. Nadie hace algo por el bien inventando excusas para el mundo. Nadie hace algo por el bien inventando sutiles complicidades con algo que manipula al mundo. Así es.

Nadie ayuda al bien escuchando al que es irracional o a ése que, hablando, siempre da confusiones o sinrazones. Nadie ayuda al bien escuchando. Nadie ayuda al bien escuchando a sirvientes (nunca libres) de un partido político, de una corporación económica o incluso intelectual (en donde todos repiten automáticamente lo mismo).

Nadie ayuda al bien siguiendo al que justifica alguna inmoralidad o alguna sinrazón o alguna sobreprotección estética (que se aprovecha estéticamente) o alguna violencia irracional o alguna protesta interesada para que haya un lucro personal o ideológico.

Nadie ayuda al bien silenciando a alguna razón o a algún sabio totalmente racional. Nadie ayuda al bien ninguneando al ser humano que se enfrenta a incontables injusticias o pone en evidencia a todas las injusticias. Nadie ayuda al bien vetando a algún valor ético o a algún ser humano que es valientemente ético.

Nadie ayuda al bien si niega la libertad a un ser cualquiera o a un pueblo o a un mundo, nadie. Nadie ayuda al bien si niega o impide el camino de la verdad para un niño, para un pueblo o para un mundo, nadie.

Nadie es digno de la vida si no dignifica su propia vida no manipulando a nadie o no explotando a nadie o no engañando a nadie o no confundiendo a nadie. Nadie es digno de lo que dice si no lo dice con responsabilidad, sí, en dondequiera que socialmente esté.

En el fondo, el que a ti te convenza todo menos la razón ya eso demuestra que nunca ayudarás al bien. En el fondo, el que a ti te compre cualquier mentira ya eso demuestra que nunca entenderás al bien. Muy obvio.

Nadie ayuda al bien si no demanda o llama diariamente al bien. Nadie ayuda al bien si no respeta a lo que comprende siempre al bien. Nadie ayuda al bien si no se mantiene siempre fiel al bien. Nadie ayuda al bien si no se deja enamorar por el bien. ¡Claro! Nadie ayuda al bien si no ha reconocido a algún bien. Nadie ayuda al bien si ha impedido algún bien.

José Repiso Moyano