El legado de Alejandro C Manjarrez
Una compilación de las mejores columnas políticas elaboradas por el periodista y escritor en la época digital. El periodo publicado en diarios impresos se denomina, crónicas sin censura. Búscalo en este portal.
Gobernar significa rectificar.
Confucio
En política hay que
sanar los males, jamás vengarlos.
Napoleón III
De ser cierto el rumor sobre la “mano negra” de Víctor Manuel Giorgana en la propaganda oficial del Ayuntamiento de Puebla, tendríamos entonces que reconocer que ello produjo un fenómeno inédito en la administración pública poblana: la presidenta recibió del pueblo una excelente respuesta respecto a los mensajes donde se “filtra” su imagen pública; un curso o enseñanza de cómo en “siete pasos” (¿Covey?) se aprende a sacudir las influencias extrañas, nocivas.
Gracias a ello la “siembra” de buenos hábitos permitió a Blanca Alcalá Ruiz tener un desarrollo inusitado. Y en sólo siete meses (casi) ésta creció hasta convertirse en lo que hoy es: la única responsable de su propio destino, actitud que, paradójicamente, operará en contra de los intereses políticos y propagandísticos del malévolo Giorgana.
¿Por qué la paradoja?
Pues porque tal vez sin habérselo propuesto Víctor había metido a su jefa en las mismísimas entrañas donde él resultó ser el principal recipiendario de la desconfianza y la sospecha de casi todos los integrantes de la “burbuja municipal”, presunciones que lo ubicaron como el colaborador incómodo y, en algunos casos, como el Rasputín de la Comuna. Es obvio que semejante apreciación había afectado la presencia pública de la presidenta, cuyo sentido de lealtad parecía no tener eco (como el cuac-cuac de los patos) hasta que ayer, justo a tiempo, se informó al pueblo de los cambios en el Ayuntamiento que comanda.
Diría Marilú Fernández: “Víctor, nuestra propaganda operó como una metáfora terapéutica dado que permitió que la imagen visual diera colorido a la personalidad de Blanca”. Y precisamente en ese colorido (esto lo digo yo) no encajan los pensamientos turbios, oscuros y hasta negros que parece irradiar el hoy secretario de Desarrollo Social municipal.
¿Y acaso no hará lo mismo en Desarrollo Social?, increparía al columnista cualquiera de los lectores ya escamados por tantos y tan frecuentes desengaños.
Claro que no, sería mi respuesta, porque la esencia y funciones de la Secretaría mencionada –como ya quedó escrito– impiden que Víctor Manuel trastoque las acciones específicas (e incluso etiquetadas) de la dependencia a su cargo. Hacerlo expondría a la presidenta a una sanción y al titular de Desarrollo Social Municipal al cese fulminante debido al peligro legal que entraña el hacer proselitismo político con dinero del gobierno. Y ya para que le cuento de la corrupción.
Lo que hoy publica la prensa (los cambios en el Ayuntamiento) es lo que, según creo, esperaban los gobernados. Esto porque lo primero que producen dichas notas es precisamente la sensación de que por fin la presidenta municipal ha tomado el control de su gobierno. Y junto a este efecto viene otro, también importante: la percepción de que predominará la mano política, actividad que parecía relegada debido a las necesidades tecnocráticas que impone todo inicio de gobierno (estudios, proyecciones, organización administrativa, etcétera).
En fin, noticias como la de hoy compensan los desórdenes y la confusión que provoca la “energía informativa” (Eulalio Ferrer, dixit); es decir, aquel efecto contaminante que sobreviene con la demasía en la “manofactura” de noticias municipales, información que suele exceder con mucho a la que puede asimilar la sociedad. “Tantas informaciones –argumentaría Miguel Ángel Asturias, Nobel de Literatura en 1967–, lejos de llenarnos, nos vacían”.
Pero hoy lo que “llena” son los cambios en la administración municipal; a saber: a Políticas Públicas llega Héctor Hernández Sosa, maestro en administración pública y también en ciencias políticas, además de candidato a doctor en administración pública. La abogada y economista María Fernanda Diez Torres se hace cargo de la Coordinación Ejecutiva de la Presidencia. Víctor Cárdenas Guzmán, economista y con una gran experiencia en el servicio público, queda al frente de la Secretaría Particular. Eduardo García Anguiano, sociólogo y maestro en administración pública, tendrá la responsabilidad de organizar y coordinar el Consejo Municipal de Seguridad Pública, del cual será su secretario técnico. Los jóvenes (Instituto Municipal de la Juventud) tendrán en Mónica Barrientos Sánchez a una par con la experiencia que rebasa la lógica de su edad y la que proviene de sus actividades profesionales.
Este es, pues, el dream team de Blanca Alcalá Ruiz, equipo que renueva y rescata las buenas intenciones a pesar de las tantas pesadillas que produjo la mano negra del Rasputín de la Comuna.
17/8/2008