La cultura oficial

Réplica y Contrarréplica
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El legado de Alejandro C Manjarrez

Una compilación de las mejores columnas políticas elaboradas por el periodista y escritor en la época digital. El periodo publicado en diarios impresos se denomina, crónicas sin censura. Búscalo en este portal.

 

Es lícito violar una cultura, pero con la condición de hacerle un hijo.

Simone de Beauvoir

 

Procuremos más ser padres de nuestro porvenir que hijos de nuestro pasado.

Miguel de Unamuno

El “ogro filantrópico” está a punto de chafear”, podría decir Octavio Paz si hubiese leído la iniciativa de la nueva ley de cultura poblana. O para dejar tranquilos a los muertos habría que ponerse en las “babuchas” de Carlos Monsiváis, el intelectual mejor posicionado del ambiente cultural de México: Éste diría acongojado (en un futuro muy próximo tal vez nos comente algo relacionado con el tema): “El gobierno de Puebla usará su patrocinio como parte de una campaña de venta de estabilidad: ‘te protejo (a los empresarios y a los sacerdotes, sobre todo) para mostrar mi amplitud de criterio’. Esto indica que el diablo está decidido a patrocinar conferencias, exposiciones, recitales, obras de teatro y festivales para mostrarnos que la política mata a la cultura”.

            Otros de los cultos, los digamos que menos puntillosos, podrían aplaudir a don Alejandro Montiel porque, gracias a sus consejos y asesoría tipo Medio Oriente, el gobierno poblano ha decidido oficializar la cultura dándole el sello político que la ubica en el umbral donde Florinda Meza empezó a “culturizar” a los mexicanos.

            En fin, otro tipo de “cultos” como, por ejemplo, Vicente Fox y Marta Sahagún, se quedarían chiquititos si el Congreso local poblano aprueba sin cambios la propuesta que el Ejecutivo le envió hace apenas diez días.

            ¿Por qué digo lo que digo? Vayan pues mis razones en el entendido de que éstas fueron consensuadas con algunos intelectuales a quienes, lo confieso sin rubor, entregué una copia de la iniciativa de marras. Los distraje de sus actividades creativas sí, pero estuvieron de acuerdo debido a que ellos forman parte del futuro cultural de Puebla.

            El proyecto de ley tiene las siguientes peculiaridades, mismas que por razones de espacio he resumido y editado:

 

1) Establece la cobertura universal de los servicios culturales de manera retórica.

2) La ley de fomento a la cultura vigente desde hace 14 años, todavía no tiene reglamento. Esto prueba la negligencia cultural de los gobiernos anteriores y obliga a preguntar: ¿Quién nos garantiza que una nueva ley tendrá su reglamento de operación? ¿Podrá legislarse éste en el año que propone la iniciativa?

3) Es un retroceso social y democrático el tratar de anular el Sistema Estatal de Cultura y el Consejo Poblano de Cultura.

4) Artículo 2. La definición de cultura es insuficiente porque no establece qué es un valor cultural.

5) Artículo 6. Dice, contradictoriamente, que los principios de la promoción cultural son la Democracia, la Pluralidad y el carácter Popular de la gestión.

6) Artículo 7, fracción V. Habla de emitir y revocar Declaratorias de Patrimonio Cultural. Esto cae en lo que aquí y en China es discrecionalidad autoritaria, en este caso bajo las férulas de Montiel (el que propone) y de Mario Marín (el que dispone).

7) Artículo 9. Atropella la célula del federalismo mexicano, el municipio libre. Dicho con otras palabras: se pasa por el arco del triunfo a la Constitución de México.

8) Artículo 20. Si las religiones son patrimonio cultural como lo establece la ley de Montiel, ¿entonces el Gobierno va a promoverlas y fomentarlas? ¿Dónde quedará el Estado laico? ¿Y la católica permitirá que otras religiones formen parte de la cultura? Acaba de un plumazo con la herencia de Alfonso Reyes, por ejemplo (se los dejo de tarea).

9) Artículo 30. La redacción defectuosa de este artículo sugiere la extra-territorialidad indígena (otra muesca a la Carta Magna).

10) Artículo 33. De aprobarse, como se propone, la creación del Instituto de las Artesanías, habría una duplicidad ya que no deroga o desaparece el que ya existe, mismo que depende de Sedeco.

11) Artículo 38. Sobre el Festival Internacional de Puebla. Este artículo es omiso porque no reglamenta, no estructura, no ordena el funcionamiento de este Festival. Por ejemplo, el Festival de Zacatecas tiene una estructura de coordinación municipal y una serie de patronatos a su servicio.

12) Artículo 58. Dice que el gobierno fomentará la creación literaria, lo cual es un disparate ya que estaríamos ante la posibilidad de decir que también “el gobierno fomentará la reflexión filosófica”.

13) Artículo 67. Dice que el gobierno gestionará la participación privada en el financiamiento de proyectos culturales. ¿Será como las concesiones del servicio de limpia municipal? ¿Se concederán a la Iniciativa Privada, es decir a los empresarios, áreas del patrimonio y la gestión cultural como por ejemplo los museos o las zonas arqueológicas o las actividades literarias?

14) Artículo 73. Habla de “Órganos coadyuvantes” de la gestión cultural. Esto equivale a proponer la figura, por cierto muy foxista, de, valga la expresión, co-gobierno inconstitucional.

15) Otro disparate. El artículo transitorio 10 abroga la Constitución Mexicana. Y ahora le digo por qué:

  1. a) Es una iniciativa de ley anticonstitucional porque invade las atribuciones de municipio como nivel autónomo de gobierno.
  2. b) Es una iniciativa de ley autoritaria porque desaparece los órganos colegiados de planeación cultural.
  3. c) Es una iniciativa de ley que privatiza la gestión cultural.
  4. d) No es una iniciativa en favor de la ciudadanía en general, sino de un sector social, el de los empresarios.
  5. e) La iniciativa está coja debido a que únicamente considera la literatura y no dice de las artes plásticas, las artes escénicas y la música.
  6. f) Ignora la regionalización de los servicios culturales.
  7. g) No dice nada sobre formación de recursos humanos para la gestión cultural. Por ejemplo: la red estatal de bibliotecas tiene casi 700 bibliotecas, sin embargo, en Puebla no existe ni una escuela de biblioteconomía. Luego entonces el personal es improvisado. A continuación una lista de áreas del conocimiento que debería impulsar la Secretaría de Cultura: derecho cultural, biblioteconomía, escuela de restauración, gestión y promoción cultural, lingüística indígena, museografía, e historia del arte en Puebla.

            Hasta aquí las primeras observaciones a la iniciativa de marras. Y con ellas el ruego esotérico para que los diputados, sea cual fuere su religión, tengan la luz, no de las creencias a punto de formar parte de la cultura oficial, sino del Dios que unos invocan y otros ofenden. Que agarren la onda pues.

            A propósito del Medio Oriente referido líneas arriba:

Alguna vez amenazó Luis Echeverría con mandar al Medio Oriente a sus asesores de cultura. ¿Para qué?, le preguntó alguien cercano. Para que se medio orienten los… tarugos.

Alejandro C. Manjarrez

Nota: columna publicada en 2008