Por encargo del presidente Miguel de la Madrid, Manuel Bartlett hizo las veces de custodio político de Mariano Piña Olaya ...
Como parte de su chamba colateral, el entonces secretario de Gobernación cuidaba al diputado federal, digamos que con celo burocrático. “No hagas tal cosa, evita provocar a tus enemigos… Sé parco con los compromisos políticos… Cuídate de los chismes… Que tu gente se vuelva muda… Procura que te vean en Puebla” pudo, haber recomendado Bartlett a Mariano. La razón: Miguel, el presidente, había decidido hacer gobernador de Puebla a su amigo, condiscípulo, protector y consejero personal. Y por ello lo “blindaron” con el poder del gobierno mexicano.
Un día de tantos Mariano acudió a una de sus frecuentes citas con el poderoso jefe del gabinete político. Platicaron de diversos tópicos y, seguramente, también bromearon valiéndose de la inteligencia que la naturaleza les dotó. Nunca los escuché platicar, sin embargo, como bien los conozco, sé que sus conversaciones giraban en torno a la mayéutica salpicada o sazonada con cultura culinaria. Los dos tienen el paladar entrenado para reconocer y valorar la buena cocina.
En una de las acostumbradas reuniones de consejo u orientación, el entonces secretario general de la CNOP (acababa de dejar la diputación federal), notó a Bartlett que Patricia, su esposa, había hecho contacto con una agencia de mucamas, cordon blue. El secretario de Gobernación preguntó al recomendado presidencial, si era cierto lo que acababa de oír o si sólo se trataba de una broma. Aquel encuentro amistoso se dio con las siguientes palabras que no escuché pero las imagino basándome en el hecho que me comentó el propio Mariano:
—Es verdad, Manuel —contestó Piña—. Ignoro cómo le hizo pero Pata descubrió a esa agencia: la mucama que contrató es muy eficaz. Y además tiene muy buen culo…
—En este momento llama a tu mujer y dile que la corra…
—¿Me lo dices en serio?
—¿Quieres que me entere de tu vida privada? —Amenazó Bartlett.
-No entiendo…
—Mariano… Esa agencia y su personal pertenecen a los servicios de inteligencia de la Secretaría de Gobernación…
Después de esta confidencia de Estado, “Pata” se quedó sin la mucama cordon blue . Y a Mariano le cayó el veinte republicano: se dio cuenta que el espionaje del gobierno de México tenía muchos tentáculos, entre ellos a sirvientas con “muy buen culo”…