Gilberto Bosques, relatos y poesías 14

Arte y Creación
Tipografía
  • Diminuto Pequeño Medio Grande Más Grande
  • Default Helvetica Segoe Georgia Times

Les comparto las vivencias del embajador Gilberto Bosques Saldívar durante su permanencia en Europa así como un poema escrito en su juventud que me manda su hija Laura para que se conozca esta faceta de su vida

Manola Álvarez Sepúlveda.

“Al decidirse el rompimiento de relaciones entre México y el gobierno de Vichy estaba yo encargado de la legación.

Recibí instrucciones de la Secretaría en el sentido de que presentara una nota de ruptura, de acuerdo con lo manifestado al encargado de negocios de Francia en México. Yo no sabía lo que le había dicho la Secretaría. En el discurso del presidente Ávila Camacho, captado por radio por mis colaboradores, fundé la nota de ruptura, acompañada de una ampliación verbal del texto de la nota. Lagarde lloró porque tenía un gran cariño por México.

Después de la ruptura nos preparamos para afrontar aquellas condiciones. Se tuvo que quemar el archivo de la legación. En esta situación fue asaltada la legación por los alemanes. El hecho revistió aspectos bastante serios, violentos. Un oficial del ejército alemán, encargado de representar a su gobierno, vino con un grupo de la Gestapo, muy violento y brutal. Entonces se produjo un incidente. Me dijeron que abriera la caja fuerte para ver lo que había. Les dije ‘Hay dinero, nada más’. El oficial respondió ‘No eso se respeta. Nosotros no venimos por dinero sólo queremos ver el contenido’. Abrí la caja y vieron que sólo había dinero. Pero vino la ofensiva de la Gestapo, que por teléfono pidió órdenes, hubo carreras, consultas. Todo para obligar al oficial a decomisar los fondos de la misión, una cosa bastante grave.

Entonces el oficial me dijo: ‘yo soy miembro del ejército. Me ordenaron esta clase de actos en comisión especial. El ejército alemán se deshonra con una acción de esa naturaleza, le voy a firmar un recibo.’

Me entregó el recibo en medio de un tumulto tremendo de los agentes, que parecían dispuestos a matarnos” después se enteró que fusilaron al oficial". 

“Luego se hicieron gestiones para nuestra salida de Francia. Nos mandaron a Amélie- les-Bains, de ahí para Mont d’Or y después nos entregaron a los alemanes.

Claro que en el momento que llegaron estos señores y manifestaron que iban a ocupar la legación, me dirigí al ministro por teléfono. Después mandé al secretario Martínez Vaca a que comunicara lo que estaba sucediendo y pedí las garantías y que se detuviera un acto de esa naturaleza. La respuesta verbal fue que las autoridades francesas no podían hacer nada porque ellas estaban bajo la autoridad alemana instalada en Vicky. Al día siguiente, vino la comunicación de Estocolmo autorizando a su misión en Francia para que se encargara de nuestros intereses en ese país. Después nos llevaron a Alemania perfectamente presos.”

 

EL POEMA

 

        REFUGIO

 

Refugio: coctel de miedos.

 

El silencio era un arco en el cielo,

y es ahora un intermitente rastreo

en los fríos inéditos

de la cava.

 

lo desgarraron las sirenas de alarma

lo redujeron a puntos suspensivos de ansia

los motores en alas,

 

sueños truncos

que ruedan por las escaleras dando tumbos

hasta la expectativa tímida del refugio

 

corazones

que acompasan sus temores

a una incógnita batuta de relojes

 

el ojo de las lámparas

la mueca metálica de las máscaras

el fracaso de las palabras

la increíble lejanía de las miradas

 

ensayos de sonrisa

temblor de carne tibia de mujer

que afirma

su verdad infinita

y en fulgor de pupilas

grita

la vida

invicta! 

París, 1940.

 

Manola Álvarez Sepúlveda 

Nota: se respetó la redacción, la puntuación y la ortografía original.