Toda verdadera destrucción es invisible, sutil. Cuando se idolatra algo en la sociedad sin el permiso de la racionalidad, pues hay siempre destrucción segura… y muy dura.

Los estragos del virus fueron pesados. Fiebre, cansancio, dolor de cuerpo, fatiga crónica, pérdida del gusto y el olfato y las repercusiones emocionales propias del padecimiento. Hoy se encuentra en proceso de recuperación, esperando los análisis correspondientes para descartar algún tipo de secuela.

Duele ver a un México dividido. Los “fifís” contra los “chairos”. La definición absoluta de los extremos. O apoyan al presidente o lo acusan de dictador. 

¡Se ha hecho siempre lo que han querido!, una vez y otra con la utilización de todas las sinrazones o todas las mentiras que desgraciadamente siempre han tenido a todos los poderes de sus partes. Y ya la decencia, quiera lo que quiera, que acullá agonice en lo indignante y en el olvido.

Les comparto el relato que hace el revolucionario, diputado constituyente de Puebla y diplomático Gilberto Bosques Saldivar, de su actuación en Francia durante la Segunda Guerra Mundial, la que le permitió salvar más de 40 000 vidas de refugiados, en el libro publicado por la secretaría de Relaciones Exteriores “Gilberto Bosques: El Oficio Del Gran Negociador”.

Si las cosas siguen tan igual como antes, el munícipe terminará su gestión como lo hicieron otros presidentes municipales: con un entorno turbio; él desconfiado y hasta regañado por su jefe el gobernador. Espero equivocarme...

La sociedad se pregunta el por qué los políticos, que son sus empleados, manejan a su arbitrio el dinero que pertenece a los ciudadanos.