Hace poco hablábamos de los fitonutrientes; que son los colorantes naturales de los alimentos y que además nos proporcionan beneficios a la salud; entre ellos se encuentran las isoflavonas que son derivadas de las plantas, con propiedades estrogénicas y antioxidantes que mejoran el sistema endócrino de las mujeres post menopáusicas o mujeres menores y hasta de los caballeros en cuestión de los daños prostáticos.
Investigaciones realizadas en E.U. han demostrado que la suplantación con isoflavonas; que se encuentran en la soya; ayudan al metabolismo y al control de las hormonas sexuales y de su actividad en el cuerpo, intervienen en el incremento de las proteínas y de las enzimas (sustancias necesarias para las funciones vitales y metabolismo de los alimentos), actúan como coadyuvantes en el crecimiento al favorecer la reproducción celular, decrementan la cantidad de lipoproteínas que son los transportadores de los grasos y que provocan enfermedades cardiovasculares, tienen función antioxidante; bloqueando a las moléculas llamadas radicales libres que son los responsables de los factores del envejecimiento y presencia de células cancerosas.
Hablando específicamente de sus beneficios en el caso del embarazo, reduce los malestares sin causar efectos secundarios ni a la madre ni al feto.
En la menopausia ayuda a las mujeres a sobrellevar los odiosos bochornos, resequedad de la piel, ansiedad, depresión, a prevenir la osteoporosis ya que ayuda a la fijación del calcio que contribuye a la regeneración de huesos y dientes.
En cuanto a las cantidades recomendadas para cada padecimiento es recomendable consultar a los responsables de la salud como médicos, ginecólogos, proctólogos y por supuesto a los nutriólogos.
Estas sustancias se pueden encontrar en el frijol de soya y derivados como harinas de soya, carne de soya, queso y leche.