Sergio Salomón Céspedes Peregrina, gobernador sustituto de Puebla

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Cuando hay respeto, cordialidad y empatía entre los políticos y sus gobernados, las sociedades ganan todo y no pierden nada...

El día 15 de diciembre de 2022 fue nombrado por el Congreso del Estado de Puebla, el diputado local por el distrito 13 de Tepeaca, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, quien fungía como presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política del Estado.

Llamó la atención la celeridad con la que se llevó a cabo la sesión solemne, misma que convocó a los diputados poblanos en punto de las 12 de la madrugada de aquel día, donde en un primer ejercicio legislativo se nombró a un nuevo presidente de la Junta, (JUCOPO) y se le dio licencia al parlamentario oriundo de Tepeaca, Puebla. Después de un receso, con los poderes del Estado presentes, tomó posesión como Gobernador sustituto el legislador con licencia.

En lugar de escribir sobre quién es Sergio Salomón, habrá que referir su comportamiento en la vida pública de la entidad.

El hoy gobernador sustituto se define como una persona que reconcilia visiones encontradas para alcanzar un bien mayor, la paz, la concordia, la solidaridad, la esperanza de un mejor país. Un hombre comprometido con las causas sociales, amante de su familia y orgulloso de ser de Tepeaca.

Dice no haber cambiado su número telefónico en más de 20 años, por lo que todos aquellos que lo tienen, son atendidos. Asegura les habla con la verdad, les dice sí, y para cuándo, o no, con la explicación debida, como debe ser y es lo que se espera de un político profesional.

Con 53 años de edad, hace énfasis en que la palabra clave es el respeto abonado de la verdad y cuando no se le miente a nadie se pueden tener diferentes puntos de vista, pero siempre se defenderá una idea con respeto y en el entendimiento que las diferentes formas de pensar no hacen enemigos a las personas.

La clave, el respeto

El nuevo gobernador habla en sus participaciones parlamentarias de consenso, de escuchar y dialogar para encontrar soluciones comunes y respeto a las diferentes formas de pensar. Transparencia y puertas abiertas para una sociedad participativa, afirma. Hace hincapié en que ningún interés político o propio esté por encima de la búsqueda genuina del bienestar de las personas.

Cuando hay respeto, cordialidad y empatía entre los políticos y sus gobernados, las sociedades ganan todo y no pierden nada.

El mandatario tiene un enorme reto; conciliar a la sociedad, dejar luchas inútiles entre diferente grupos, enfrentar la inseguridad y la situación económica que apenas asoma visos de recuperación, muy lentos, pero constantes. Deshacerse de los funcionarios déspotas y prepotentes, que los hay, pocos, pero son el negrito en el arroz de cualquier administración. Escuchar los reclamos ciudadanos y resolverlos en la medida de lo posible. Si se pueden todos, pues qué mejor. Evitar toda clase de cercos o muros que lo aíslen de sus gobernados. Recibir las lisonjas con la cabeza fría, para, por ningún motivo, dejarse seducir por la energía que endiosa y después fulmina, esa sombra negra mejor conocida como el poder político.

Es un hombre sencillo y amable, me consta. Le cuento por qué, quizá sea una nimiedad pero ahí es donde se conoce a las personas, por su comportamiento cotidiano. Un familiar cercano estaba en una comida en Tepeaca, ella es vegetariana, por lo que no había platillo alguno que le cerrara los ojitos, como se dice coloquialmente. El diputado Sergio, era el 2016, se encargó de prepararle unos taquitos de papa, la atendió personalmente y estuvo pendiente de ella todo el evento. No sabía quién era ni mucho menos, ella iba en calidad de cantante. Los políticos que son sencillos y amables con cualquier persona, deben, creo, espero, cuidar esa cualidad siempre, atesorarla pues.

Esperemos que después de la tragedia poblana, que ha enlutado al estado dos ocasiones en un sexenio, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, concilie, haga lo que hasta hoy ha sido imposible, que los poblanos se unan y trabajen juntos con el único propósito de surgir como una sociedad libre, segura, productiva, cordial, pujante, próspera, feliz. En él y solo en él está la posibilidad de lograrlo.

Que nunca olvide que sus acciones serán su legado.

Hasta la próxima 

Miguel C. Manjarrez