Uno de los lugares más cautivadores de nuestra República Mexicana, es Tepoztlán Morelos. Rodeada de montañas y cerros llenos de energía y una vista maravillosa...
Existen muchos placeres. Algunos gratis, otros no. Pero la mayoría de ellos, accesibles. Para mí hay placeres extraordinarios al alcance de tu mano. Algunos de ellos, los que ahora se me ocurren pueden ser: disfrutar un amanecer a la orilla del mar, tomar un buen café, degustar una comida mexicana bien sazonada. Bailar, amar, sorber una bebida helada en medio de un clima cálido, comer chocolate por supuesto. Escuchar música clásica a todo volumen. Dormir tranquilamente. Leer un buen libro, de esos que en ningún momento te aburren, viajar y conocer nuevas culturas, ver llover y no mojarse. Un baño de tina. La sonrisa de un niño, por hacerlo feliz. Convivir un día completo con el ser amado. En fin, cada quien tendrá sus propios placeres.
El objetivo de esta sección, a la cual nombré “los placeres de la vida”, es recomendarle al lector, los mejores restaurantes, hoteles, sitios de ecoturismo. La mejor comida, los chocolates más ricos. El mejor libro del mes, todo lo que podamos, su servidora y mis compañeros de la revista Réplica, presentarle en esta sección a fin de que usted respetable lector, disfrute ese lugar, ese libro, o ese suculento platillo. Esto con el fin de que disfrutar la vida y ser plenamente feliz.
Esta vez y con motivo de la inauguración de este espacio, conjugaremos varios placeres en uno. Recomendándole plenamente el lugar, el platillo, y el destino.
Uno de los lugares más cautivadores de nuestra República Mexicana, es Tepoztlán Morelos. Rodeada de montañas y cerros llenos de energía y una vista maravillosa. Ahí enclavado en el valle se encuentra un hotel de 22 habitaciones, y lo mejor, vistas espectaculares del convento y del pueblo que en la noche es iluminado para la satisfacción del huésped. Ahí podemos encontrar una variedad de comida mexicana e internacional. Pero le tengo una recomendación especial. Para empezar unas deliciosas empanadas argentinas, seguidas de una orden de ravioles en salsa de cuatro quesos y como plato fuerte un jugoso filete mignon, término bien cocido, o como usted lo prefiera, lo anterior acompañado de una jarra de agua fresca, yo recomiendo de sandía.
Y después de tan deliciosa propuesta culinaria, no puede faltar el postre. Nieve de naranja. Y un expresso de la marca illy. Claro cortado.
Entrados en placeres, si te atrapa la noche en esas espectaculares vibras y vistas. Al hospedarte en una de las suites de la Posada del Tepozteco, te recomiendo un masaje y un baño de temazcal. Antes o después de disfrutar de las instalaciones de una casa señorial. A vivir un fin de semana como miembro de la realeza, pero eso sí, con un presupuesto accesible.
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