Entre los países con mayor diversidad biológica en el mundo se encuentra México; un décimo de todas las especies del planeta, muchas de ellas endémicas, son mexicanas.
El valle de Cuatro Ciénegas de Carranza en el estado de Coahuila ha sido objeto de estudio por su inmenso tesoro biológico e hidrogeológico.
Este espacio forma parte del desierto de Chihuahua. Se encuentra rodeado por montañas de más de 3000 metros de altura. Es uno de los humedales de mayor importancia en México, y su misterio hidrogeológico lo hace aún más asombroso, pues existen diversas hipótesis de la estructura que sigue el agua para abastecer las más de doscientas ciénegas, pozas, lagunas y ríos de agua cristalina. Sin embargo, a la fecha los investigadores no han descubierto de dónde proviene el vital líquido que ha dado vida a este paraíso mexicano.
El lugar contiene información crucial para entender la evolución, pues este pequeño punto en el globo se preservó tal y como inició, sin ser intervenido con la evolución. Este lugar es único en la faz de la tierra.
El lugar alberga más de 43 especies endémicas animales que no existen en otro lugar. Además del reconocimiento de Cuatro Ciénegas como la zona con la más alta concentración de especies acuáticas ÚNICAS en el mundo. Animales como el puma, la lagartija dorada, y la famosa tortuga bisagra, una especie cuyo ADN data de la época prehistórica, son algunos de los ejemplares que se pueden apreciar. Los animales que mayor interés generan en los científicos alrededor del mundo son los estromatolitos, los cuales son considerados como la primera evidencia de vida en la tierra.
No obstante la estabilidad ambiental y el relativo aislamiento geográfico que salvaguardan la gran diversidad biológica del hábitat, se encuentran más de 30 especies animales que necesitan protección especial del gobierno debido a la depredación que las amenaza.
La población vegetal es una riqueza importante, pues alrededor de 20 especies son únicas. Los nenúfares, pastos acuáticos, palmas de la chocha, juncales y chorizos del desierto son algunos nombres de flora amenazada que se puede encontrar dentro de la lista de agravios que el hombre causa a este paraíso.
El esfuerzo por conservar este inmenso santuario biológico es insuficiente, su estabilidad se encuentra en peligro constante. Es sabido que el hombre ha destruido algunas pozas de valor incalculable. Hay deforestación, desecación y contaminación “gracias” a la industria minera y el turismo inmoderado que no respeta el reglamento para la conservación de la reserva. También hay sobrepastoreo por caballos y cabras, caza furtiva, pesca ilegal, extracción de madera de mezquite, cera y fibras. Asimismo, la extracción de yeso y sal amenazan la supervivencia de las especies acuáticas. Otro peligro para el equilibrio biológico lo constituyen las especies nuevas que se introducen en el lugar con fines de ornato, los cuales causan daños irreversibles en el frágil equilibrio que mantiene el lugar.
Entre los países con mayor diversidad biológica en el mundo se encuentra México; un décimo de todas las especies del planeta, muchas de ellas endémicas, son mexicanas. Tenemos un país envidiable para cualquier potencia mundial, pero también el orgullo se convierte en una gran responsabilidad para proteger y asegurar la preservación de nuestro territorio.