Con esta pandemia la situación económica del mundo y de nuestro país es catastrófica. Un diminuto virus imperceptible vino a colapsar negocios, fortunas, sueños, el futuro pues
Las instituciones bancarias de nuestro país brindaron apoyo a sus clientes. Aplazar los pagos de 4 a 6 meses. No cobrar intereses moratorios y gastos de cobranza. Tan buenos los hermosos benefactores. Han pasado ya dos años y seguimos en la pandemia.
El problema es que los intereses siguen acumulándose y la situación económica del país está en franca agonía.
Se vislumbra un panorama oscuro y si usted tiene algún recurso, ¿qué haría?
Pagar los intereses de la tarjeta, el pago mínimo, los gastos de cobranza.
O
Guardar el dinero para la comida y servicios básicos, además, si las finanzas lo permiten, un fondo para los gastos médicos o las emergencias.
Es una disyuntiva mayúscula. Sobre todo para los que perdieron todo, se quedaron sin trabajo o con deudas impresionantes que son como bombas a punto de explotar.
La industria restaurantera y la hotelera las más afectadas. Pero también está la venta de automóviles, el comercio en pequeño, los vendedores de servicio y un muy largo etcétera.
La cuestión es qué harán los bancos. ¿Verán la forma de ayudar a sus clientes o los ahogará en intereses, intereses moratorios, gastos de cobranza y una jauría de cobradores extrajudiciales?
Un dilema muy importante en un panorama dantesco.
Recibirán sin duda la respuesta: o trago o te pago.
Ojalá suceda un milagro y todo se recupere de manera casi inmediata.
Hasta la próxima.