Respetar la vida, también es: vivir en armonía, respetar las creencias, la orientación sexual, el derecho a decidir, la religión, la opinión, la libertad de los/as demás; la vida es educar, formar, enseñar con bases formales y respetar las científicas; la vida es un derecho, es respetar una obligación
En estos últimos días, hemos escuchado hablar sobre un tema muy trascendente, nombrado como: “el respeto a la vida” desde el momento de la concepción, hasta la muerte natural; llegando a conclusiones que han causado polémica en diversos grupos de la sociedad.
Estar a favor de la vida, va mucho más allá de si se legisla en contra de la interrupción del embarazo. Es bien sabido que en los Estados que esta ley aplica no existe un aumento considerable de los índices del aborto, debido a que una persona o pareja que esta decidida a hacerlo, lo va a realizar, con la gran diferencia de tener la seguridad de su integridad física y tal vez emocional.
Cuando entró en vigor la ley sobre la interrupción del embarazo en la ciudad de México, se habló que había aumentado el número de abortos, pero ¿cómo saberlo, si anteriormente se realizaba de forma clandestina y por supuesto sin ninguna estadística? Lo que si se sabe es que muchas mujeres murieron o permanecieron con complicaciones, debido a tratamientos aplicados en condiciones insalubres o por personas no capacitadas.
Sin embargo, la discusión de este artículo se refiere a la polémica de los primeros días, desde la fecundación hasta la implantación, comento puntos:
- Médicamente el embarazo inicia en el momento de la implantación del óvulo fecundado (huevo o cigoto) en el útero.
- Desde el día de la fecundación (unión del óvulo con el espermatozoide), que se lleva a cabo en las trompas de Falopio, hasta el día de la implantación en el útero, pasarán alrededor de 3 a 5 días.
- Aborto es la interrupción del embarazo, de causa natural o provocada, es decir, se puede hablar de él desde el momento de la implantación.
- Es cierto que un óvulo fecundado potencialmente puede ser una persona, sin embargo, también se sabe que el 50% de estos huevos, o acaso más, no llegan a implantarse (lo que no se considera como aborto), es decir, se pierden antes de que sea considerado el embarazo, por supuesto que el 100% de estas mujeres jamás se enteraron de este evento sucedido dentro de su cuerpo y mucho menos tuvieron un aborto.
Hablar sobre el “respeto a la vida” desde el momento de la fecundación, implica una gran problemática con respecto al uso de algunos métodos anticonceptivos y la píldora de emergencia, así como algunas técnicas de reproducción asistida ¿Qué va a suceder en caso de violación, de falla de algún método, de peligro de muerte, de incompatibilidad con la vida por parte del embrión/feto, o bien con las técnicas de fertilización artificial?
Tomar la decisión de interrumpir un embarazo, la mayoría de las veces es un evento traumático, que suele dejar secuelas emocionales y en ocasiones físicas, y en general, quien así lo decide, se enfrenta a una situación desesperada, así es que creo que la solución a esta problemática se debería dar desde antes, promoviendo de forma efectiva el uso responsable de métodos de prevención, los cuales deben estar disponibles para la persona que los solicite.
Otra forma de respetar la vida, es educar en sexualidad, se ha demostrado que las personas que están informadas al respecto, tienen un bajo índice de eventualidades, ya sea embarazos no planeados o bien infecciones. Si queremos evitar el aborto, debemos abrirnos ante la información y formación de la sexualidad en nuestros/as niños/as y jóvenes, mientras mejor preparados/as se encuentren, mejores formas tendrán de enfrentar cualquier situación.
Respetar la vida, también es: vivir en armonía, respetar las creencias, la orientación sexual, el derecho a decidir, la religión, la opinión, la libertad de los/as demás; la vida es educar, formar, enseñar con bases formales y respetar las científicas; La vida es un derecho, es respetar una obligación.
En conclusión, la educación de la sexualidad, puede prevenir que una persona se encuentre frente a la disyuntiva de elegir por la interrupción del embarazo. Ésta es la raíz, es ahí donde debemos actuar.